Bilbao - Los semáforos de Bilbao tienen contados sus días con visera. La prolongación metálica que se ubica por encima de cada uno de los focos rojos, ámbar y verdes que componen las señales luminosas para el tráfico será retirada de los 2.000 semáforos que aproximadamente operan en la capital vizcaina.

Es una decisión que el área de Circulación, Transporte y Medio Ambiente todavía no ha tomado en firme pero que tiene todos los visos de salir adelante. Así lo confirma el concejal responsable y segundo teniente de alcalde, Alfonso Gil, promotor de la iniciativa. “El objetivo es sencillo, conseguir más luminosidad en los focos, tener unos semáforos más limpios y dar un nueva imagen de modernidad a la ciudad”, resume el edil socialista. Desde primeros de octubre, los dos semáforos que se ubican en la rotonda antes de llegar al Ayuntamiento, cuando se baja desde las curvas de Zumalakarregi, están haciendo de conejillos de indias bajo la supervisión directa de Gil, ya que su despachó está justo por encima de los báculos.

Un vistazo a los semáforos permite comprobar que, efectivamente, las luces led que emiten dan más luz y la limpieza a la que han sido sometidos les da un aspecto casi de recién estrenados.

“Estamos ahora en un proceso de prueba de dos meses que concluirá en diciembre”, explica. La idea es probar la situación de los semáforos sin visera en todo tipo de condiciones climáticas y ya solo queda unos días de lluvia para completar este test que Gil augura que pasarán con buena nota.

El edil explica que la idea de retirar esa pieza metálica fue propia. Relata que “en una visita reciente a Barcelona me fije que habían instalado una serie de semáforos nuevos con led, que eran de material plástico en su cuerpo y que todos carecían de la protección”. Cuando volvió a Bilbao, Gil preguntó a los técnicos del área que dirige cuál era la razón para mantener la visera en el parque de semáforos de Bilbao y nadie supo responder. “A veces, nos dejamos llevar por lo que hay y la visera tendría su razón cuando se tenía bombillas incandescentes y se quería que la luz se orientara hacia abajo, pero ahora con led ya no hace falta”, sentencia. Es más, la cubierta lo único que hace es impedir que la luminosidad de los led se expanda en 360 grados al proyectar una sombra desde la parte superior. Hay que recordar que los led son una tecnología lumínica que ya se usa en Bilbao desde hace más de seis años.

La siguiente pregunta fue ¿cuál es el coste tanto económico como operacional de retirar las piezas metálicas? La contestación fue lo que animó a Gil a iniciar la prueba piloto. “No va a costar un euro”, asegura. La intención es que según vaya realizando la empresa contratada el mantenimiento de los báculos y columnas donde se ubican las señales luminosas efectúe el cambio. Una maniobra que no es complicada ya que simplemente consiste en desatornillar las protecciones cuando se realice el mantenimiento preventivo que se acomete semestralmente.

Acumulación de suciedad La retirada de las viseras también va a permitir contar con unos semáforos más limpios ya que su presencia actual genera recovecos donde se acumula suciedad y telarañas que disminuye la luz que emiten los led. Una situación que no aporta toda la seguridad necesaria, sobre todo en los 830 pasos de peatones que cuenta con semáforos. Otro punto que se ganará es la perdida de esa imagen vetusta que dan las viseras en comparación con los semáforos sin ellas.

La pretensión es que con la prueba piloto superada se vaya efectuando la retirada paulatinamente a partir del año que viene. Se retirarán tanto las cubiertas de los semáforos grandes como las de las luces pequeñas que se ubican a la altura de los peatones. El acceso de los operarios a los semáforos en columna, de los que hay 1.338 unidades en Bilbao, es sencillo ya que está a una altura accesible. Para los 674 semáforos que se ubican en altura sobre báculos o arcos por encima de la calzada no hace falta desmontar los conjuntos lumínicos y llevarlos a taller. La operación se puede realizar desde una plataforma móvil.

La idea es quitar las viseras también en los dos semáforos colocados en sendas fachadas y en los cuatro ubicados en los dos parques de bomberos de la villa.

En total, se actuará sobre 2.000 semáforos que se ubican en 241 intersecciones cuyo funcionamiento se vigila desde el puesto central municipal y los 29 cruces que no están centralizados.