Bilbao - Algo más del 35% de las calles de Bilbao son en homenaje a algún personaje ilustre. La más extensa tiene cuatro kilómetros y corresponde a la calle Zabalbide, que empieza en el puente de San Antón y acaba en el alto de Santo Domingo. La más corta es la travesía de la Estufa que tiene 28 metros y separa viuda de Epalza de la calle de la Esperanza y la más nueva está por el momento en Miribilla. Pero ¿quién decide si una calle es de una categoría u otra? Pues todo depende del valor del metro cuadrado.
Lo dicen las encuestas que realiza el Observatorio de barrios. Son pocos los vecinos que no querrían vivir en su barrio y el apego a su calle es mayor. Así que al hablar de categorías no debe unirse pedigrí, aunque el valor del metro cuadrado repercuta en sus vecinos. Una familia de la Gran Vía paga una tasa de basura cuatro veces más alta que una de Monte Caramelo, dos calles que pertenecen a la primera y séptima categoría, respectivamente.
En el primer grupo se encuentran además de la Gran Vía, el tramo de Ercilla entre Moyua y Urkijo, el Campo Volantín, la plaza Circular, Lehendakari Leizaola, la plaza Moyua y Párroco Bernardino Garaizar. De segunda categoría es la zona del Ensanche, pero también la avenida Abandoibarra, la plaza Ametzola, Sabino Arana, Autonomía, María Díaz de Haro y Hurtado Amézaga.
Prácticamente todo el Casco Viejo, la calle Arenal, la estación de Basurto, plaza Aita Donostia y el centro de Miribilla son tercera categoría. A la cuarta pertenecen la mayor parte de Deusto, Zamakola, Castaños, y unos tramos de San Francisco y Bailén. Clasificadas en la quinta categoría se encuentran la calle Cortes, Irala, Virgen de Begoña, Zumalakarregi, Karmelo, parte de Santutxu y Rekalde. En las últimas clasificaciones se encuentran Uribarri, Iturribide, avenida Maurice Ravel, parte de San Inazio, Ibarrekolanda y calzadas de Mallona, todas ellas en la sexta categoría; y a la cola, Ribera de Zorrotzaurre, Arabella, Artazu Bekoa, Buenavista, Monte Pagasarri, Peñaskal o Monte Caramelo.
Cuando nace una calle nueva su valor se determina en función de las que existen en su entorno; eso es lo que ha ocurrido con Miribilla, por ejemplo, que siendo su proximidad las calles plaza de La Cantera entró en su misma catalogación. Lo mismo ocurre con el nuevo espacio de oportunidad de Zorrotzaurre que en principio debería tomar la clasificación de la ribera de Zorrotzaurre con lo que el nuevo barrio diseñado por Zaha Hadid estaría también a la cola del callejero, en sexta categoría. Así pues parece más que razonable que se produzca un cambio que no solo actualice las calles sino que establezca cómo se deben clasificar las nuevas urbanizaciones que nazcan. - O. Sáez