Bilbao - El concejal de Obras y Servicios, Ricardo Barkala, responderá a las alegaciones presentadas por la UTE que se encarga de las obras del canal de Deusto la próxima semana, tras cuya decisión se procederá a rescindir el contrato o por el contrario, si aceptara las condiciones que exigen las empresas, se continuará con los trabajos.
Barkala confía en que “las cuatro empresas de la UTE, que son serias y responsables, terminen la obra más allá de que después tengamos que negociar. Esa es mi intención y mi deseo y, es también lo que creo que va a ocurrir”.
El Ayuntamiento de Bilbao inició hace dos semanas el expediente de resolución del contrato a la UTE formada por las empresas Exvasa, Viuda de Sainz, Balzola y Urssa tras incumplir dos órdenes de ejecución de las tareas previas a las excavaciones. La UTE argumenta que a raíz del nuevo plan de excavación ha habido modificaciones en el contrato y que, por tanto esos trabajos tienen un costo añadido no reflejado. Sin embargo, según mantiene Barkala, en el Ayuntamiento “creemos que no hay un sobrecoste; además, el Consistorio no puede negociar un cambio en el contrato, tiene que tener el expediente limpio, formal y por escrito”.
En esta situación y tras cumplirse los plazos, el pasado jueves se le notificó a la UTE adjudicataria de estas obras el inicio del proceso de rescisión de contrato. Las empresas han presentado las alegaciones pertinentes a este trámite que ahora estudian los técnicos municipales.
“Se trata de un informe de 62 folios que presenta unas réplicas extensas y muy trabajadas, por lo que tenemos que ver si añade algún argumento nuevo con respecto a lo que han mantenido hasta ahora”, señala el concejal. Barkala está convencido de que “ellos piensan que tienen razón, como nosotros estamos convencidos de que no la tienen”. Para Barkala, lo más razonable sería que “que se concluyan las obras y esas reivindicaciones que por la vía administrativa no se les han considerado se cursen por otros medios”.
EL conflicto La apertura del canal comenzó hace dos años y se establecieron tres tramos para culminar una de las obras más importantes de las legislatura, ya que cambiará la foto de la ciudad al transformar la península en isla. Desde entonces se ha trabajado en la construcción de un puente que conecte ambas orillas y que ya fue inaugurado el pasado año. Además se ha procedido a realizar el pilotaje de los muelles. Sin embargo, la excavación y tratamiento de las tierras, 365.000 metros cúbicos que hay que sacar para que Zorrotzaurre se convierta en una isla, han complicado los plazos previstos. La contaminación de los solares por excavar y su mezcla con el agua de la ría fue lo que obligó al Ayuntamiento a redactar un plan de excavación mucho más garantista y con más acciones a ejecutar que ha supuesto un serio enfrentamiento con las empresas constructoras que ya avisaron de la presentación de un recurso contencioso-administrativo. El Ayuntamiento considera que los cambios no suponen un aumento del coste previsto de los trabajos, 20,9 millones de euros, mientras que las contratas estiman que se tiene que modificar el contrato al alza.
Uno de los elementos extras es la creación de una depuradora a pie de obra para las aguas contaminadas que, a pesar de todas la medidas previstas, es posible que fluyan al tajo de excavación.