Bilbao - “En todas las clases siguen existiendo chulitos que no se cortan a la hora de lanzar comentarios con matices machistas. Yo no paso ninguno, aunque luego me digan que no admito bromas y me llamen feminista. Me da igual”. Habla Garazi Herran, alumna del Instituto Urretxindorra. “Algunos me dicen que estoy en este grupo porque soy diferente; me llaman maricón. Creo que con mi compromiso puedo ayudar a que se respeten a las personas por igual”, confiesa Eneko Hidalgo, compañero de Garazi en el mismo centro escolar. “Son unos ignorantes”, zanja con contundencia.

Los dos jóvenes son estudiantes de Bachillerato; por lo tanto, rondan los 17 años. Ambos están comprometidos con la igualdad de género, de forma que junto a un centenar de compañeros -la mayoría chicas- de seis centros bilbainos están luchando por desterrar los estereotipos y las actitudes machistas de las aulas en las que viven prácticamente todo el día. Y lo hacen liderando seis equipos interescolares de trabajo que comenzaron a gestarse en 2011. Fue el resultado final de un proceso de evaluación puesto en marcha por el Ayuntamiento a través de unos talleres de igualdad en una treintena de centros educativos de la villa.

El objetivo es que cada vez participen más personas en este tipo de grupos y que los jóvenes de otros centros se unan también al proyecto. Según apunta la edil de Igualdad del Ayuntamiento de Bilbao, Itziar Urtasun, este grupo de chavales representa a los “valientes”, cuya labor pasa desapercibida pero es “primordial para lograr la igualdad”.

Este trabajo, que se realiza en media docena de grupos estratégicos y está sujeto al programa de prevención impulsado por el Ayuntamiento de Bilbao, se ha convertido en mucho más que un punto de encuentro en el que los jóvenes analizan y reflexionan en profundidad sobre cuestiones que surgen en el día a día.

“No es normal que asumamos como normales comentarios relacionados con la forma de vestir de las chicas. Que si vamos cortitas, que si vaya escote, que si una está plana, que si todas las mujeres conducimos mal... son algunos de los múltiples comentarios que siguen saliendo en la convivencia diaria en las clases”, describe Miriam Montalvo, alumna de Berriotxoa. Esta estudiante es una de las jóvenes que abandera una labor que se presenta fundamental pero que no deja de ser “compleja”. Trabaja impulsando iniciativas que lleguen al resto de compañeros. “Muchos no entienden por qué estamos en un grupo así. Creen que no hay desigualdad”, confiesa su compañera de instituto María Esteban.

Encuentro

Cuatro alumnos participaron ayer en un encuentro organizado por el Área de Igualdad y Mujer del Consistorio bilbaino. Garazi, Eneko, Miriam y María debatieron sobre la igualdad y pusieron sobre la mesa las realidades, a veces desconocidas, que se viven entre las cuatro paredes de un instituto. En la charla también tomaron parte la edil de Igualdad, Itziar Urtasun; la técnica municipal, Irati Fernández; la responsable del programa municipal de Prevención, Amaia Urrejola; las educadoras sociales María Ulibarri y Ainara Madariaga, y el orientador del Instituto Urretxindorra, Juan Zulueta. “La labor no es solo de los jóvenes. Debe partir de los adultos que tenemos una gran responsabilidad”, destaca Ainara Madariaga.

Todos los participantes del encuentro coincidieron en que queda mucha labor por realizar y en que es importante seguir avanzando. Precisamente es por ello que la labor emprendida por Garazi, Eneko, Mirian y María es tan importante. Ellos ya están “concienciados” y “sensibilizados” para activar mecanismos que pongan freno a esos roles de género profundamente interiorizados.