BILBAO - La situación que están viviendo los vecinos de Ollerías por los problemas de convivencia con el clan de Los Pichis y que se ha recrudecido en los últimos meses consiguió ayer que el equipo gobierno municipal formado PNV y PSE y los grupos municipales EH Bildu, Udalberri y Ganemos se aliaran para buscar una solución desde distintos ámbitos. Solo el PP se desmarcó de este bloque de trabajo, según acusaron, por la “inactividad” del gobierno. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, garantizó a los vecinos de Ollerías que le tendrán a él, como regidor del Consistorio, “y al Ayuntamiento, a su lado” y aseguró que entiende “su pelea” y la “comparte”.
Ollerías es ahora mismo un polvorín que pesa en la convivencia de los vecinos. Los problemas de seguridad y convivencia que atraviesa el barrio se han convertido en un foco de atención para el alcalde y el equipo de gobierno pero también para el resto de los partidos políticos. “Es la primera vez que se trata un conflicto de manera coordinada con las diferentes áreas. Estamos trabajando desde diferentes aspectos pero la solución no es de hoy para mañana”. El concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro, señaló que se han practicado en los últimos días dos detenciones de dos de los miembros más conflictivos del clan, se han hecho obras en las lonjas, se han pedido datos a Hacienda para conocer la deuda y embargar las lonjas-viviendas, se está en coordinación con la Diputación de Bizkaia para el tratamiento de los menores pertenecientes a esta familia y se trabaja también con la Fiscalía y el Gobierno vasco. Además, Juan Mari Aburto sentenció que “quienes no quieren convivir, sobran”.
El propio alcalde se reunió el miércoles, antes de la sesión plenaria, para buscar el consenso de los grupos en un tema que como quedó patente por parte de la mayoría de los grupos no necesita “bomberos pirómanos”.
Precisamente, entendiendo que en este tipo de asuntos, como en casi todos, la unión hace la fuerza, EH Bildu, Udalberri y Ganemos dieron un voto de confianza al equipo de gobierno y se aliaron con el alcalde para trabajar conjuntamente y respaldar el plan de trabajo puesto en marcha. Solo el PP se desligó de este bloque.
El concejal popular Óscar Fernández Monroy aseguró que “los vecinos llevan diez años sufriendo robos, amenazas, insultos y agresiones” y que el Ayuntamiento, el Gobierno vasco y la Diputación “no han hecho prácticamente nada”. Dijo que las instituciones “no se han puesto del lado de los vecinos” y acusó al alcalde de mantener “poco liderazgo y una actitud pasiva”. Entre las propuestas que planteó se mostró partidario de “clausurar” la lonja de Ollerías en la que se asienta la familia, propuso que el clan se vaya “fuera de Bilbao” y que los menores estén tutelados por la Diputación.
El PP no sólo se quedó solo en su planteamiento sino que su intervención fue criticada por el resto de los concejales que coincidieron en que “no conviene echar más leña al fuego en este conflicto”.
El concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, subrayó que uno de los objetivos del gobierno municipal a la hora de abordar el “conflicto grave” de Ollerías es precisamente actuar con los menores de la familia y “sacarles del círculo de infierno que están viviendo”.
Aburto, que agradeció la actitud de todos los grupos “excepto el PP”, al que pidió que “no saque la bandera del miedo y la inseguridad”, subrayó que se trata de un problema “complejo” en el que “las soluciones no van a venir mañana”, sino que “se irán obteniendo resultados poco a poco, y que para afrontar la situación se requiere colaboración política e institucional.
En este sentido, Del Hierro explicó que el problema de Ollerías “se empezó a complicar” a mediados del pasado año cuando llegaron más integrantes de Los Pichis a “la casa de la abuela”, en el inmueble número 6 de Ollerías, que es el “punto aglutinante” del clan. Tras recordar las dos detenciones de miembros de la familia efectuadas esta semana por la Policía Municipal, el concejal repasó todas las actuaciones que desarrolla el Consistorio en coordinación con las demás instituciones y remarcó el objetivo de “rescatar a los menores de la situación en la que viven”.
Del Hierro señaló que “la familia de Los Pichis ha encontrado una vida fácil” en su comportamiento parasitario y es lo que se enseña a los hijos”. Admitió que ha podido haber “lagunas” en la labor institucional, pero aseguró que “estamos a trabajando desde todos los ámbitos”.
La concejala de EH Bildu Alba Fatuarte mostró su “solidaridad” con los vecinos porque es “muy duro convivir con este conflicto” y criticó al PP porque “no se puede aprovechar el hartazgo vecinal para incendiar más el ambiente”. Por eso, aunque mantuvo una postura crítica con la actuación del gobierno municipal hasta ahora, mostró su apoyo “por responsabilidad”.
Carmen Muñoz, portavoz de Udalberri, acusó también al PP de “echar gasolina al fuego” y dijo que “la policía no puede acabar con conflictos sociales como el de Ollerías, por lo que son precisas medidas más allá de la seguridad ciudadana”. Udalberri propuso añadir la participación vecinal en el plan del equipo de gobierno, lo que fue aceptado por éste. El portavoz de Goazen Bilbao, Francisco Samir Ladhou, reprochó que el PP defienda “destierro, represión y encierro” y ha pedido que el acuerdo adoptado hoy “no quede en agua de borrajas” y se materialice un “compromiso firme” para la “regeneración” de Ollerías.