‘casa nodriza’. Vista la pasión -veneración, casi...- con la que habla de Begoña, no es de extrañar que Juan Manuel escogiese como su rincón favorito de Bilbao ése que asoma a los pies de la pila bautismal de la Basílica de Begoña. Hasta allí le lleva un recorrido sentimental por su niñez, una fe serena, el recuerdo de su padre, al que evoca “en la Epístola desde la que dirigía la misa de mediodía de los domingos con sus nítidos rezos y afinados cantos” como si le estuviese viendo ahora mismo, y el amor al arte. Conoce a las mil maravillas el arte que rodea la pila bautismal en la que fue bautizado y encuentra en ese espacio su casa nodriza donde poner a buen recaudo su corazón, que tantas veces se afecta por los avatares de exterior. Se diría que para Juan Manuel es el reposo del guerrero. Aún así, la foto estuvo en peligro. Burocracias. Foto: José Mari Martínez
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