Bilbao - El segundo puente que conectará la futura isla de Zorro-tzaurre con Bilbao ya tiene diseño. Un viaducto “ligero y esbelto”, como lo definió uno de sus autores, el ingeniero Enrique Elkoroberezibar, que cuenta con dos arcos de color blanco como principales protagonistas y que, según las previsiones del Gobierno vasco, empezará a construirse en el último trimestre del próximo año.

El nuevo paso, que unirá la calle Islas Baleares, en San Ignacio, con la futura trama de Zorrotzaurre, fue presentado ayer por el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, a pocos metros de donde se ubicará su estribo derecho.

Dos arcos en paralelo por cada lado son los protagonistas de un proyecto muy sencillo que tiene el color blanco como seña de identidad.

El esquema de la solución proyectada para la infraestructura esta formada por dos arcos simétricos que arranca desde el cauce bajo tablero y se elevan suavemente sobre él hasta tener una altura de tres metros en el centro.

Librará un ancho del canal de 75 metros y sus 28 metros de anchura albergarán cuatro carriles viarios (los dos interiores se reservarán para los autobuses públicos) dos aceras de 4,40 metros de ancho cada una y un bidegorri con dos direcciones. Los pasos peatonales laterales, que se sostendrán por un sistema de costillas, será de madera sintética, y limitarán con dos barandillas de vidrio que van a crear un reducido impacto visual.

El consejero Toña puso de relieve en la presentación que el futuro puente “unirá a la zona urbana de esta margen de la ría, será una prolongación más de la calle, y hará que la isla quede integrada en todo este entorno”.

También incidió que su diseño está pensado para permitir el paso de la avenida máxima de la ría, la que ocurre cada 500 años.

Por su parte, el alcalde de la villa dijo en su intervención que es un paso más en Zorrotzaurre a sumar a la apertura el mes pasado del puente Frank Gehry y la reciente adjudicación por parte del Gobierno vasco de los tres primeros solares para vivienda en las cercanías.

Aseguró que son “hitos que van haciendo que Zorrotzaurre sea una realidad”, dado que, “en la mente de los bilbainos es algo que está en el imaginario, pero que no hemos sido todavía capaces de concretar”. Aun así concretó que “poco a poco” se van “dando pasos para que empiece a ser una realidad en ese futuro esperanzador que se abre en Bilbao”.

Marcos Muro, director de Visesa, el ente del Gobierno vasco que financiará los 8 millones de euros previstos de coste, calculó que las obras arrancarán en un año “tras pasar todavía varios trámites”. El proyecto debe obtener los permisos de la dirección de Costas y de la Agencia Vasca del Agua (URA), algo que se prolongará entre cuatro y seis meses. Después vendrá “la licitación de los trabajos en verano, estudiar las ofertas y finalmente adjudicar para iniciar las obras a finales de año”, concluyó Muro.