Bilbao - El Corte Inglés de Bilbao y la Torre Iberdrola se han asociado en una iniciativa inédita que ha permitido abrir una oficina de venta en el edificio para atender cualquier demanda de los trabajadores de las empresas que operan en el rascacielos y también de los vecinos de los dos edificios de viviendas colindantes.

“Es como comprar en El Corte Inglés sin ir a El Corte Inglés”, concretan fuentes de Iberdrola Inmobiliaria, la sociedad de la eléctrica que gestiona el edificio emblemático de Abandoibarra. En síntesis, la oficina abierta el pasado 28 de septiembre en la planta -2 permite a sus clientes potenciales acceder a cualquier servicio o producto de los grandes almacenes y que le sea servido en la misma torre sin coste añadido alguno.

Desde cambiar la pila de un reloj, enviar un traje a la tintorería o comprar cualquier regalo, se puede encargar cualquier gestión. El cliente solo tiene que acudir al local habilitado donde un empleado de El Corte Inglés le cogerá su pedido accediendo a través de la pagina web y de otros servicios de compra y, si se efectúa la transacción antes de la una del mediodía, el pedido estará disponible por la tarde. Si es después de esa hora habrá que esperar al día siguiente. La oficina carece in situ de cualquier producto a la venta, por lo que tampoco se puede considerar una tienda. Fuentes de El Corte Inglés en Bilbao confirmaron la apertura del nuevo servicio y su “carácter pionero en todo el Estado”, una condición que también implica que está en periodo de prueba.

El local se ha abierto al lado del muelle de carga del rascacielos, las cámaras refrigeradoras y los almacenes con que cuenta la torre en esta planta tras haberse modificado el espacio destinado al servicio de cartería que la torre ofrece a sus inquilinos. Ello permite, por ejemplo, que si alguien quiere hacer la compra para casa desde la torre se le pueda enviar el pedido y guardarlo en las cámaras hasta que el cliente las pase a recoger por la tarde.

El concepto se denomina en inglés implant y es un servicio que ofrece la torre gestionada por la eléctrica y Kutxabak a sus clientes, las más de veinte empresas asentadas en sus 41 plantas, un conglomerado de negocios que acoge ya a unos 1.800 empleados.

masa crítica A esta masa crítica se unen los aproximadamente 400 vecinos que moran en los dos edificios que flanquean el esbelto edificio diseñado por César Pelli, los cuales pueden acceder a la oficina al compartir la entrada del garaje la torre y los bloques de viviendas. En total, unas 2.200 personas con una alta capacidad adquisitiva que interesan, y mucho, a los grandes almacenes.

De hecho, la concreción de este servicio, en el que se viene trabajando desde hace casi dos años, ha nacido de la confluencia de intereses de la gerencia de la torre y de los grandes almacenes. Fuentes de Iberdrola Inmobiliaria indicaron a DEIA que estaban “notando que había una serie de peticiones que nos hacían nuestros clientes que no podíamos darles salida de forma particular”. Concreta que “hay que tener en cuenta que el perfil mayoritario de los trabajadores empleados en la torre es de personas que meten muchas horas en su puesto y para los que el tiempo es oro”. Desde la gerencia del rascacielos se trabajó en varias opciones para atender servicios específicos como tintorería, atención personal y otros que eran muy difícil ofrecer de manera particular con empresas pequeñas de Bilbao. La oportunidad surgió tras diversas conversaciones con El Corte Inglés de Bilbao y adaptar su oferta a los servicios requeridos en la torre. Tras varios meses de trabajo, al final se llegó a un acuerdo que ya es operativo desde hace poco más de quince días. “De momento, al ser un servicio inédito, está en crecimiento y ya se han hecho ventas. Estamos convencidos de que va a ir de menos a más”, auguraron desde la gerencia del rascacielos.

Una campaña de envío de correos electrónicos a todos los clientes potenciales, comunicación directa a los responsables de las empresas asentadas en el centro de negocios y el boca a boca son los instrumentos activados para el éxito de la novedosa fórmula. De momento, el compromiso mutuo entre ambas firmas es de un año a la espera de que su evolución sea acertada. Es más, de la eléctrica ya se plantean que el concepto pueda ser exportado a otros edificios similares en otras capitales como Madrid o Barcelona, “donde esta idea pueda tener más recorrido”.