Bilbao - Era la guinda al pastel que le restaba a la Diputación para satisfacer las demandas de los vecinos de Basurto. Tras el derribo del viaducto de Sabino Arana y la eliminación del acceso viario a esta avenida, el ente foral ha iniciado las obras de colocación de paneles acústicos que eliminen el ruido de tráfico que se genera en la A-8 a su paso por dicho punto.
Las viviendas que está ubicadas prácticamente encima de la autovía siguen sufriendo el ruido directamente, sobre todo los edificios ubicados en la calle Estación de Basurto y travesía Goya.
Tanto en sentido Donostia como en dirección Cantabria, la A-8 a su paso por San Adrián, Rekalde y Basurto está blindada con barreras de hasta cuatro metros de altura que minimizan el estruendo de los vehículos en circulación.
Tras la demolición de los accesos que conectaban el centro de la capital vizcaina con la autovía, tan solo quedaba este tramo de 300 metros lineales como zona no tratada contra el exceso de sonido. Aunque el tráfico ha disminuido en los últimos años en este corredor viario y los camiones han sido erradicados, al obligarles a tomar la Variante Sur Metropolitana, la contaminación sonora sigue siendo alta en este tramo urbano de la A-8. Según los estudios elaborados para la sociedad foral Interbiak por la ingeniería cántabra especializada Acustican, en este tramo se alcanzan los sesenta decibelios en ambos sentidos de la autovía, dándose la circunstancia de que al transcurrir las dos direcciones del vial a diferente altura, los vecinos cuyas viviendas miran a la parte alta de Sabino Arana deben soportar el sonido de ambos tráficos.
Pantallas metálicas Tras elaborar el consiguiente estudio con diferentes alternativas se optó por el que incluye la colocación de pantallas metálicas fonoabsorbentes en lugar de los muros naturales que, por ejemplo, se instalaron en la autovía a la altura de San Adrián y Miribilla.
Los trabajos iniciados a finales del pasado mes en sentido a Cantabria ha requerido el corte de uno de los tres carriles que discurren por este tramo, entre los puntos kilométricos 2,860 y 3,160, además de generar una base para poder anclar los paneles antirruido en toda la zona donde había solo tierra y zarzas. En esta zona en dirección a Cantabria se colocarán dos hileras, una de 74 metros de longitud con altura variable de entre tres y cuatro metros, y otra de 243 metros lineales, de cuatro metros.
Finalizada esta fase de la obra se atacará el otro tajo, en el sentido contrario de la circulación. Esta vez se instalarán tres filas de paneles de 216, 89 y 113 metros de largo con dos metros de altura cada una. La parte final de algunas de estas barreras antisónicas se superpondrán para asegurar sus efectos anticontaminación acústica. Se prevé que las obras acaben antes de concluir el año.