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“Habrá que adaptar Bilbao a las necesidades de movilidad de los mayores”

Es el área municipal que más repercusión directa tiene en los bilbainos. OTA, Bilbobus, tráfico, aparcamientos, ascensores... Todo pasa por el despacho de Asier Abaunza

“Habrá que adaptar Bilbao a las necesidades de movilidad de los mayores”

Bilbao - Una labor que afecta al día a día pero también a la planificación de futuro y Abaunza no pierde ojo al TAV, al metro o al tranvía, proyectos ajenos al Ayuntamiento pero en los que la villa tiene mucho que decir.

¿El peatón ha ganado la partida al coche en Bilbao?

-Trabajamos para ello desde hace años y es consecuencia de una decisión estratégica tomada para cambiar el foco, de tener una ciudad, por y para el coche, a otra diseñada para el ciudadano.

¿Cómo ha sido posible?

-Con intervenciones en todos los barrios. Peatonalizaciones totales y parciales, quitando plazas de estacionamiento o dando paso solo al transporte público, como en la Gran Vía.

¿Ello ha influido en la reducción de siniestros de tráfico?

-Sigue habiendo accidentes, pero desde hace una década han bajado un 50%. Ahí influye el plan de seguridad vial en vigor y mejorar la convivencia entre coches y peatón

¿Y los atascos?

-El plano de Bilbao es cambiante y eso significa calles que tienen menos congestión y otras que aumenten su tráfico. Un ejemplo es Zunzunegi, con la nueva entrada.

Casi dos años después, los accesos por Basurto ¿está en el ADN de los conductores?

-Funcionan y cumplen el objetivo marcado, aunque se pueden mejorar.

¿De qué manera?

-Dándoles una mayor operatividad y funcionalidad solucionando problemas que no pudimos abordar por temas técnicos y presupuestarios. Ejemplos son el giro de Sabino Arana hacia Zunzunegi, que es muy pronunciado, y los tiempos de paso del tranvía, que vamos a mejorar con la sincronización semafórica.

¿Y los vecinos que se quejaron?

-Entiendo que ha sido un cambio muy fuerte y algunos aún siguen descontentos, pero espero que se mejore la situación con las acciones a efectuar con el soterramiento de Termibus. La reconfiguración que se pueda hacer permitirá reducir el impacto del tráfico en Luis Briñas.

Esa zona está inmersa en una transformación brutal, el tráfico va a ser muy complicado.

Sí, pero también hemos ganado una calle nueva, la prolongación de General Eguía, aunque es obvio que en momentos puntuales va a haber reducción de capacidad y afectará al tráfico, pero será algo temporal.

¿Es suficiente el espacio apartado en Garellano para la Termibus provisional mientras está en obras?

-Veremos qué solución propone la empresa que gane el concurso. Hemos ofertado esa parcela pero se pueden plantear otras opciones.

Haga un balance del primer mes de OTA en Miribilla y alrededores.

-Va bien, tenemos algunas quejas de usuarios pero son habituales con estos cambios de estacionamiento.

¿Ha habido huida de coches a zonas limítrofes?

-No lo hemos detectado, pero si hemos recibido alguna petición del barrio de La Peña para que estudiemos la OTA en su zona, porque dicen que tienen más coches que antes, aunque eso no lo tenemos contrastado.

¿Crece el uso de las plazas OTA?

-Se mantiene estable.

¿Incluso con quince minutos gratis?

-Bueno, ahí el incremento ha sido de más de un 300%.

¿Cómo?

-Hay que explicarlo. La comparación es entre los tiques que se sacaban antes para el mínimo de estacionamiento de pago, que era 18 minutos por 20 céntimos, y ahora, que son tiques gratis. Con la gratuidad se ha regularizado el tramo inicial que antes funcionaba de una forma anárquica.

¿Para cuándo el cierre del anillo tranviario desde Autonomía hasta la Plaza Circular?

-Trabajamos con el Gobierno vasco y todavía no está concluido.

¿Más líneas de tranvía en ciernes?

-Lo prioritario es cerrar el anillo,

¿Y la extensión a Rekalde?

-Los vecinos dijeron que no querían.

Aún hay bilbainos que toman su coche para moverse por la ciudad.

-Sí, pero es un porcentaje muy pequeño, un 12% de toda la movilidad. Cuando se terminen la línea 3 y el anillo del tranvía esa disminución será más evidente. Seguimos teniendo la asignatura pendiente de bilbainos hacia afuera.

Como las mañanas de colas en Santo Domingo hacia el Txorierri.

-Por ejemplo, es algo que no hemos podido mejorar. Sigue estando igual que hace seis años.

Hacen falta más carriles.

-O no. Se pueden pensar en el transporte público para que no se vaya tanto en coche al Parque Tecnológico y las empresas de esa zona.

¿Como por ejemplo?

-La línea 3 y su continuación hasta Lezama es algo a estudiar.

¿Qué le queda mejorar a Bilbobus?

-La puntualidad, optimizando los recorridos y las coordinaciones en diferentes puntos. Es algo complicado, pero ya lo estamos haciendo poco a poco en algunas líneas implementando pequeños ajustes en colaboración con los vecinos. Además hay que rejuvenecer la flota los años próximos. La próximo semana presentamos nuevos autobuses.

La OCU reconoció el servicio como el segundo mejor del Estado.

-Siempre es grato que tus ciudadanos lo valoren bien pero, además, cuando te comparan con otras ciudades y sales ganando, más.

¿Qué son las políticas de micromovilidad que auspician?

Un concepto bastante amplio. No solo hay que resolver los grandes problemas de movilidad también los hay micro, dificultades que tienen los ciudadanos para moverse en su calle, gente con problemas de movilidad o discapacidad, que necesita desplazarse dentro de su barrio y lo tiene difícil por las escaleras, las pendientes o los desniveles existentes.

¿Cómo han trabajado ese aspecto?

-Con Bilbobus en unos casos o elementos mecánicos en otros.

¿Por ello han inaugurado tantos ascensores en los barrios?

-Y vamos a seguir. Es claro el envejecimiento de la población y la demanda de servicios que se van a generar a nivel de movilidad y accesibilidad. Habrá que dar soluciones concretas.

Es un problema difícil de resolver.

-Sí, porque la población bilbaina es la que es. Habrá que adaptar la ciudad a esas nuevas necesidades.

Y el ascensor de Begoña, ¿cuándo abrirá de nuevo?

-Cuanto antes. Estamos a la espera de valorar cómo están las instalaciones para abrirlas con el Gobierno vasco.

¿Entrará en servicio la línea 3 del metro para el año que viene?

-Creo que sí.

¿A pesar del retraso en las obras de la estación de San Nicolás?

-Los preparativos previos empiezan en mayo y la obra en junio. Es el último tramo que falta. El otro punto complicado, la estación de Txurdinaga, ha avanzado a buen ritmo y ya están terminado los andenes.

¿Va a ver el tren de alta velocidad llegar soterrado a Bilbao?

-Lo espero, tal y como se comprometió la ministra Pastor hace poco.

¿Difiere mucho el proyecto que maneja el gobierno del PP del que presentó el PSE hace cinco años?

-Es muy parecido con un túnel desde Basauri que llega hasta Abando donde la estación estará soterrada.

Antes el PP descartó ese túnel.

-Sí, se cuestionó y lo sustituía por un trayecto provisional en superficie, un tercer hilo al que siempre nos opusimos. Ese trabajo de insistencia en contra en Madrid ha tenido su fruto.

No opina que ha sido más un brindis electoral de la ministra.

-Me da igual con tal de que el proyecto a ejecutar sea el que nosotros, como ciudad, estamos demandando.

Pero, ¿de verdad cree que la estación soterrada va estar lista en 2019 con la finalización de la Y vasca?

-La ministra nos ha dicho que sí.

Perdone, lo dudo. No hay siquiera un anteproyecto para la estación.

-Es lo que el Ministerio ha trasladado y nuestro partido, el PNV, desde el Congreso, está presionando para que se cumpla. Desde aquí también vamos a estar encima de ese compromiso.

Con una ría limpia y comunicada, ¿se plantea un Bilbobus acuático?

En principio, no. Existen servicios así en países escandinavos, pero esa bilbainada no lo vamos a hacer.

Una línea Elorrieta-Casco Viejo sería viable. La ría es la calle más libre de tráfico.

-Ya tenemos el metro que conecta San Inazio con el Casco Viejo. No sé si hay masa suficiente ahora para esos desplazamientos por la ría más allá de las empresas turísticas.

¿Y con Zorrotzaurre habitado?

-Tal vez. Habría que estudiarlo pero también tenemos el inconveniente de una ría con mareas que hacen difícil el acceso desde los pantalanes.