Bilbao - Las primeras clavijas de la cruz del Gorbea, las mochilas con las que se subieron por primera vez a la cima de la montaña o los mapas confeccionados de los recorridos del Gorbea son tan solo algunos de los atractivos que guarda la exposición Gorbeia Bilbon, que está abierta hasta el 18 de octubre en la Biblioteca Foral de Bizkaia. Un aliciente para visitar y conocer la historia de primera mano son las visitas guiadas que organiza todos los sábados, a partir de las 12.00 horas, el organizador y etnógrafo Iñaki García Uribe.
¿Qué importancia tiene Bilbao dentro del monte Gorbea?
-Bilbao juega un papel fundamental en la historia del monte más alto de Euskadi. Unos 145 bilbainos fueron los primeros que subieron al monte como montañeros. Y son los que instauraron la afición por el deporte en el territorio. Bilbao apostó fuerte por una modalidad que era nueva por aquel entonces.
¿Qué quiere decir cuando habla de que fueron como montañeros?
-Pues que hasta entonces la gente iba al monte para ver las cruces de las cimas pero no como una disciplina deportiva. Es en 1912 cuando por primera vez subir al monte se convierte en deporte. Aquella primera expedición salió a las cinco de la mañana, después de la misa de la iglesia de Santiago. Solamente, llegaron cincuenta y pocos montañeros. Es el descorche de la montaña como deporte. Lo llamo así porque es como el champán en un fiesta. Significa que el montañismo se enfocó por primera vez como una modalidad deportiva, es decir, fue cuando se profesionalizó y por fin se dio un paso determinante.
¿Qué clase de personas fueron las pioneras de este deporte?
-El Club Deportivo de Bilbao, sección de la montaña, fue quien se inició en este mundo. Era gente de buen nivel adquisitivo. Entonces, solo había un club deportivo en Bilbao que fuera a la montaña; un año después apareció el club Basconia. En 1924, ya había 51 clubes mendizales. Todos ellos eran de Bilbao. En la capital vizcaina, se promueve la doctrina de que se tienen que fundar sociedades de montaña. Estaba muy de moda la idea de que el monte era una cura del aire y del higienismo. La sensación de sentirse libre y respirar un poco de aire puro.
¿Qué función tiene la cruz del Gorbea?
-Es una recomendación papal que se hizo en 1901, porque en el Cristianismo el siglo comienza en el año 1 y no en el 0. León XIII propone que en lo alto de la montaña hagan una solemne memoria de fe, que perpetúe el logotipo del cristianismo. Esto servía para que la gente, cuando saliera de sus casas para ir a trabajar, se santiguara al salir de casa. Una efervescencia religiosa. Se hicieron 300 cruces en Euskadi. Fue toda una revolución religiosa.
¿Qué elemento destacaría de la exposición?
-Es una pregunta complicada. Soy un apasionado del monte y de todo lo que lo rodea. Quizás, una de ellas sería la mesa de orientación. La creación de dos pioneros alaveses, Angel Agirre y Lucio Laskarai, trazan y diseñan en 1929 mediante fotos el camino del Gorbea. Al domingo siguiente, subieron y, con un atlas de importación europea, estuvieron estudiando la altimetría y la distancia de los 106 montes. El material de la mesa es lava esmaltada, ya que es el único material que puede estar a la intemperie. Los rayos y el mal tiempo no la pueden fastidiar. Es un referente para los montañeros. Es la segunda mesa orientativa más importante de Euskal Herria.
¿Cómo fue la construcción de la primera cruz?
-Un cura de Zeanuri, Juan Bartolomé de Alcibar, era un hombre que se dedicaba en sus ratos libres a recolectar flores; fue él quien dijo que la cruz más grande de la Cristiandad se tenía que poner aquí. Entonces se hizo una cruz de 33 metros y el resultado fue que estuvo en pie un mes. Era demasiado alta y con el peso del hielo se venció.
¿En qué se inspiró la cruz?
-La cruz del Gorbea viene a ser la prima pequeña de la Torre Eiffel. Se parece muchísimo a la figura emblemática de París. Además, en cuanto a la edad de la torre y de la cruz... son prácticamente contemporáneas. Solo se sacan 12 años de diferencia.
¿Qué elementos significativos hay en la exposición?
-Se pueden apreciar auténticas reliquias para el mundo de la montaña. Hay desde la primera linterna de Euskadi, que data de 1920 hasta clavos de la primera cruz del Gorbea. Es digno de mención que la mayoría de los materiales son de procedencia de países como Dinamarca, Inglaterra, Francia y Suiza. Otro factor a tener en cuenta son las condiciones tan elegantes y aceptables con las que los materiales han llegado a este evento.
¿Y el más curioso?
-La zamarra del pastor del Gorbea, que data del año 1850. Son unas chamarras que se hacían con la lana de las ovejas. Es un objeto curioso porque lo conseguí gracias a unos amigos que son muy fans de la historia del monte. Y, simplemente, quería agradecer a todos los compañeros por ayudar a dar a conocer la importancia de la historia de este monte.
¿En qué momento se popularizó el deporte?
-Al montañismo solo iban los adinerados, notarios, empresarios y demás profesionales que estaban bien situados dentro de la sociedad de principios del siglo XX; gente que viaja a Europa por sus respectivas profesiones y traen la natación, el atletismo y el montañismo. El momento en el que el deporte se adentra en todos los sectores de la sociedad es a partir de 1920, cuando empiezan a crearse distintas instituciones en base a la montaña.
¿Tan raro resultaba?
-Hay una anécdota que resume muy bien el tema. En 1912, cuando baja la primera expedición bilbaina del Gorbea, llegan a Atxuri y van desfilando marcialmente porque los montañeros sabían que habían hecho historia. Entonces, las personas que se agrupan en torno al desfile pensaban que venían de la guerra y cuando supieron que venían del monte, no entendían el porqué de ese desfile. No se conocía nada de este deporte, era una práctica totalmente desconocida en la sociedad vasca.
¿Cómo inicia su relación con el deporte de montaña?
-Desde el mismo día que nací, en 1965, era montañero y socio de un club de montaña. Estaba además federado. Mi padre era presidente de un club de montaña. El 75 aniversario de la cruz del Gorbea se celebró en mi casa y ya con 11 años me empapaba de todos los temas relacionados con el Gorbea. El montañismo se respiraba en casa.
¿Cuál es el problema actual del deporte?
-El principal problema es que no hay relevo generacional. La mayoría de las personas que practican este deporte son mayores de 40 años. Espero que los jóvenes consigan ver el encanto de la montaña. Y, dentro de unos años, poder disfrutar de una generación fresca que sepa convivir con la naturaleza.
¿Qué significa el Gorbea para usted?
-Es el origen del montañismo en Euskadi. Comienza en Bilbao y se expande por el resto del territorio vasco. Los bilbainos son los que visten a las montañas, les ponen fuentes, montan los primeros refugios para montañeros, y lo más importante, es que hacen que el pueblo ame a la montaña. Es un fenómeno social muy potente para Bilbao.
¿Cuál es su mayor cumbre?
-El monte Mont Blanc, son casi 5.000 metros. Estoy muy orgulloso de haberlo podido hacer.
En su exposición, hay un espacio en el que realiza una relación entre el Puente Colgante y el monte Gorbea.
-Es la unión de los dos puntos simbólicos de la provincia. El punto más alto y el más bajo. Además, la relación no acaba ahí, porque en ambos está la materia prima que hizo rica a Bizkaia. Y se trata del hierro. También es un homenaje a la gota y al recorrido del agua desde la cruz hasta la ría. Todo tiene relación y aquí queda plasmado.
¿Por qué hay que visitar la exposición ‘Gorbeia Bilbon’?
-La finalidad de esta exposición es que la gente autóctona conozca la relación entre Bilbao y Gorbea. La villa tiene mucha importancia en este monte y, en general, en el mundo del montañismo. Los veteranos se emocionan al escuchar las historias.