BILBAO. Se trata de un estudio elaborado por la Fundación Gizagune centrado en la villa de Bilbao para diseccionar el perfil del usuario que hace botellón, sensibilizar a los jóvenes respecto a los efectos nocivos en la salud y concienciarles de los efectos que crea en cuanto a ruidos y suciedad.

Hoy en día no está permitido beber en la vía pública al estar vigente la ordenanza municipal de espacio público, aprobada en octubre de 2010, en la que se prohíbe la práctica del botellón en la villa, aunque sin llegar a eliminar este hábito.

"De 2012 a 2013 los expedientes incoados por la policía municipal en cuanto a la práctica del botellón se han reducido un 62 %", según ha detallado a EFE el concejal del área, Sabin Anuzita, quien ha afirmado que la eficacia de la ordenanza se debe más a su carácter educador y de concienciación que sancionador.

Aun así parece que la ley no está frenando totalmente el consumo del alcohol en las calles y por ello, desde el departamento de Euskera, Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Bilbao se está llevando a cabo el 'mapa del botellón' para saber cómo actuar de manera más eficaz.

Los técnicos de Gizagune llevan desde febrero visitando las zonas más habituales para hacer botellón y las irán recorriendo hasta el 21 de diciembre, día de Santo Tomás, para presentar a finales de año las primeras conclusiones.

En esta labor de campo, para la que cuentan con un presupuesto de 20.000 euros, el personal de Gizagune, en pareja, contacta con los grupos que practican el botellón desde por la tarde hasta las dos de la madrugada.

"Nos acercamos a ellos y están muy receptivos, nos cuentan sus razones y nosotros les hacemos ponerse en el lugar de la gente que vive en la zona", relata a EFE una de las técnicos.

Por el momento, ya han visitado los barrios de Deusto, Solokoetxe, Bolueta, Iturribide y Santutxu, pero aún queda mucho trabajo por delante.

Actualmente, están trabajando en la zona de Begoña y los próximos meses se pasarán por las fiestas de los diferentes barrios y las de Aste Nagusia en agosto.

Según la fundación, el perfil del adolescente con el que se encuentran corresponde a un joven con estudios de grado medio-alto y una edad que oscila entre los 18 y los 30 años.

Pero los expertos alertan de que la edad en la que los jóvenes se inician en el consumo del alcohol es cada vez menor, situándose a día de hoy en los 12 años.

Muchos de los jóvenes piensan que beber en la calle es algo que dejarán de hacer cuando digan adiós a la adolescencia y pasen a la edad adulta, pero lo que más preocupa a los padres son las conductas que llevan consigo el beber alcohol.

Cada vez se inician más jóvenes y consumen mucha cantidad de alcohol en muy poco tiempo.

Según el responsable de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la clínica universitaria de Navarra, César Soutullo, es muy perjudicial para su desarrollo ya que el cerebro no se termina de desarrollar hasta los 21 años.

"Su consumo tiene efectos en la concentración y los reflejos, afecta al rendimiento escolar y produce síntomas físicos, ya que afecta especialmente al hígado. Además, actúa de forma similar al efecto de los tranquilizantes, pero más rápido", explica Soutullo.

Como medida de prevención, Soutullo cree que lo más efectivo es evitar el contacto con el tabaco, puerta de entrada al resto de drogas, a los jóvenes menores de 13 años.

También sigue siendo habitual ver más grupos compuestos por chicos que de chicas, ya que según la técnico de Gizagune "el botellón sigue siendo cosa de chicos".

No obstante, cada vez es más notable el aumento del sexo femenino en las concentraciones de botellón llegándose a equipar al compartir ambos sexos espacios y tiempo de ocio.

Desde el ayuntamiento han querido destacar que se trata de un proyecto en el que participan varios departamentos.

El de Euskera, Juventud y Deportes se encarga del contacto directo con los jóvenes; el de Fiestas y Atención Ciudadana es el competente de los dispositivos especiales; el de Obras y Servicios analiza el mobiliario del entono y la limpieza, mientras que el de Salud y Consumo coordina las acciones relacionadas con la drogodependencia.

La lucha contra el botellón emprendida por el consistorio bilbaíno va en paralelo al proyecto del Gobierno Vasco de aprobar el próximo 1 de junio un plan para reducir el consumo de alcohol juvenil.

Según la última encuesta de Salud del País Vasco, tres de cada cuatro jóvenes en edad escolar han tenido algún contacto con el alcohol y uno de cada cuatro, consume al menos todas las semanas, especialmente los fines de semana.