Bilbao - "He tenido que echar a la calle, con mucho dolor, a gente muy válida que para mí era muy importante", explica con rabia la encargada de Sarah Chacón Peluqueras. La responsable de este centro de peluquería se ha visto obligada a cerrar dos de los tres salones que tenía en la villa. Siete puestos de trabajo menos; siete personas a las que comunicar que, ante "la dramática situación del negocio por la subida del IVA", se quedan sin trabajo. Este no es un caso aislado. Es solo una de las muchas historias que ayer por la mañana les unió delante de la sede de Hacienda en Bilbao. Alrededor de las 200 personas que se dieron cita, confirmaron sentir rabia, angustia... ante la repercusión que ha tenido la subida de los impuestos -del 8% al 21%- en sus negocios. Tras las pancartas desplegadas se escuchaban los aplausos y reivindicaciones de compañeros de profesión en la céntrica plaza Elíptica de Bilbao.

En septiembre de 2012, el impuesto subió trece puntos en la actividad de profesionales de peluquería y estética. Sin embargo, las consecuencias se han hecho notar ahora más que nunca, después de hacer balance anual de 2013; es cuando la indignación en el sector ha alcanzado su punto más álgido de los últimos tiempos.

"Por un futuro digno de esta profesión, IVA reducido 10%"; "nosotros también somos artistas"; "no al cambio de grupo de IVA decretado por el Gobierno central"; "la peluquería no es un lujo, sino una necesidad". Son algunas de las máximas que reclamaron los profesionales del sector entre las 11.00 y las 12.00 horas en Bilbao, en una de las veintitrés protestas simultáneas que se celebraron en el Estado.

En Bizkaia son 2.558 las empresas de peluquería y estética afectadas. "En el 90% de los casos estamos trabajando a menos del 50% de nuestra capacidad productiva. Es insoportable", afirmó Manuel Perales, presidente de la asociación de imagen personal de Bizkaia: "El Gobierno central ha modificado el IVA de manera injusta y desproporcionada. Con la crisis que hay, no se puede aplicar la subida al usuario y lo hemos asumido nosotros", sentenció Perales durante la movilización.

Muchos de los establecimientos optaron por incrementar los precios en relación a la subida del IVA. "No ha aumentado el precio, lo que ha subido es el IVA", comentaba Maribel Zamarreño, en representación de la peluquería Yolanda Aberasturi. "Si no aplicas la subida, el negocio se va al traste. Lo tenemos muy crudo", explicaba Josune Landa, dueña de un centro de peluquería de Las Arenas. Otros, en cambio, prefirieron asumir parte de la carga del gravamen: "El beneficio que teníamos antes ahora se lo lleva el Gobierno. Hay días que después de trabajar nos vamos para casa sin cobrar un euro. Si bajamos los precios, hay que bajar la calidad", explicaba una de las representantes de la Peluquería Expresión de Portugalete. También quiso reivindicar que "hay que peinar y teñir muchas cabezas para hacer frente a los pagos obligatorios mensuales y poder sobrevivir".

FRANQUICIAS Los números no cuadran. Varios de los afectados que se concentraron ayer acusaron a las franquicias de esconder datos y cifras. "Es imposible que las franquicias den de sí. O se hace mal el trabajo o no declaran todo lo que ganan, porque algo no cuadra. Queremos que pasen una inspección y que todos luchemos con las mismas armas", reclamaba Mercedes Martínez, representante de la asociación empresarial de imagen personal de Bizkaia. "Están haciendo una guerra un poco barriobajera. ¿Por qué a ellos les cuadran todas las cuentas y a nosotros no?", se preguntaba Manuel Benítez, dueño de dos centros en Las Arenas y Leioa, que quiso hacer referencia a la "guerra de precios bajos" por la que se inclinan muchas franquicias.

El cliente que acudía una vez al mes ahora lo hace cada dos meses. Quien lo hacía cada semana, en la actualidad lo hace cada quince días. "Han dejado de ir asiduamente a la peluquería y la rotación ha bajado". Es la sensación que tenían los representantes de los centros que se movilizaron en Bilbao y que manifestaron su clara intención de seguir haciéndolo cada mes.

La destrucción de empleo o la reducción de personal y jornada han sido algunas de las graves consecuencias que se han ido intensificando durante el año y medio desde que subiera el IVA. El plano humano es quizá el más doloroso en esta crisis del sector: "No queremos que a nadie le falte trabajo pero...". El futuro es incierto.

Empresarios y trabajadores. Dos caras de la misma moneda calificaron el día de ayer como "un punto de inflexión en que comenzamos nuestra lucha por la dignidad y la pelea por un trabajo honrado".