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Bilbao estrena la mayor grúa de Europa

El derribo del viaducto de Sabino Arana usará esta semana un ingenio capaz de izar 1.300 toneladas

Bilbao estrena la mayor grúa de EuropaP. Viñas

Bilbao. Es un gigante de la ingeniería, de la capacidad del hombre de inventar máquinas para izar cúpulas de estadios deportivos, asentar pilares de puentes y colocar bloques de diques marinos. Es la Liebherr LR 11350, la supergrúa que utilizará el grupo guipuzcoano Usabiaga para culminar la retirada de los viaductos que todavía dan sombra a Sabino Arana. Una máquina espectacular que es la primera vez que se va a utilizar en Bizkaia y que, curiosamente, se va a poner en marcha no para elevar nada sino para bajar al suelo las grandes piezas en que se van a dividir los tableros de los viejos accesos viarios.

El dispositivo fue instalado a finales del pasado mes de setiembre cerca del cruce de la avenida de Sabino Arana con la calle Autonomía tras varios días de trabajo de los operarios de Grúas Usabiaga, firma propietaria del ingenio, del cual tiene otro ejemplar en su parque de grúas sobre orugas.

Patxi Usabiaga, director de la empresa guipuzcoana, explica a DEIA que "la hemos traído desde Cádiz donde este verano se han colocado los pilares del nuevo puente que cruzará la bahía". La grúa llegada a Bilbao es la mayor existente en toda Europa (hay seis unidades en todos el mundo) y no ha podido operar hasta esta semana que comienza. Un problema de mecanizado en un balancín, una de las piezas que falta por incorporar a la elevada estructura que sobresale por encima de todos los edificios circundantes, es la razón del retraso en la intervención.

86 metros de altura Usabiaga explica que "ahora mismo la pluma se eleva a 60 metros de altura, aunque según vayamos desmontando los tableros se irá levantando hasta llegar a los 86 metros". Altura necesaria para retirar las piezas que se encuentran más cercanas a la autopista con la que enlazaban los accesos. La labor de la supergrúa comenzará con la retirada de los tableros que atraviesan por encima la calle Autonomía, por lo que será necesario el corte del tráfico de vehículos y del tranvía y la prohibición de acceso a los viandantes de la calle. Todo ello se efectuará con dos maniobras, una para cada tablero de los dos viaductos existentes, de forma que el cruce quedará despejado en pocas horas. Después, el desmontaje seguirá viaducto arriba.

La Liebherr LR 11350 es capaz de levantar de una sola vez estructuras y piezas de hasta 1.300 toneladas, aunque en su actuación de Bilbao no se exprimirá toda su capacidad. El experto indica que "el peso máximo que calculamos habrá que levantar es de 735 toneladas, al cortar los tableros entre pilares en dos piezas".

Hay que recordar que el viaducto de altura más baja, el que servía como salida de Bilbao a los vehículos que se dirigían hacia la autopista, ya ha sido prácticamente demolido excepto en su parte que linda con Autonomía y más alta con demoledores de mandíbula, que han triturado literalmente el hormigón, y martillos pica-pica.

Además de la colocación del balancín referido en la supergrúa, también resta por instalar un contrapeso de 600 toneladas, el cual va a aportar mucha más envergadura a la ya de por sí imponente grúa y que es necesario para mantener el equilibrio cuando se proceda a descender las pesadas piezas del tablero dividido.

Todo el proceso será dirigido desde una cabina similar a la de un avión, con todos los sistemas digitalizados, para que ninguna de las fachadas de los edificios aledaños se vean afectadas en el descenso de las piezas. "Van a ser maniobras únicas ya que no hemos trabajado tan cerca de edificios en otras ocasiones y habrá que tener mucho cuidado", comentaba el responsable de la empresa que estará en la capital vizcaina el primer día de trabajo para asegurarse que los planes se cumplen.

Con este ingenio, el desmontaje de los viejos accesos viarios tendrá un arreón importante ya que posibilitará que desaparezcan todos los tableros que sostenían el asfalto. Un proceso que está previsto se concluya a finales de este mes o principios del que viene, y que proseguirá con otra tarea ardua, la del acoso y derribo de los 70 pilares sobre los que se apoyaban los viales. Máquinas picadoras serán las responsables de ir desmochando poco a poco cada una de las grandes columnas hasta que desaparezcan de la vista de los vecinos y transeúntes y quede una avenida Sabino Arana libre de cualquier vestigio de los antiguos accesos viarios a Bilbao.