Bilbao

LA ikastola Begoñazpi ha aprobado con nota la implantación de un novedoso método educativo que puso en marcha el curso pasado. Dos expertas de la Universidad de Harvard han evaluado estos días "muy positivamente" la aplicación del sistema pedagógico Enseñanza para la compresión , donde profesores y alumnos aparcan los libros de texto para fomentar la creatividad. "Yo, del 1 al 5, les pondría un 6", señalaba ayer María Ximena, una de la expertas universitarias en Educación, tras mantener una reunión de trabajo con miembros de la ikastola. Tanto María como Patricia León, la otra experta estadounidense, están impresionadas por cómo han asimilado el nuevo "marco educativo". "No hemos encontrado ninguna otra institución académica que en tan poco tiempo haya logrado lo que este centro ha conseguido", puntualizaba Patricia. La próxima visita de estas dos instructoras educativas está prevista para el año próximo, pero en esa ocasión será con el curso empezado y con las aulas llenas de alumnos.

La relación de la ikastola Begoñazpi con la Universidad de Harvard no es nueva. Comenzó hace tres años aproximadamente, cuando varios profesores del centro escolar bilbaino conocieron en un curso a María y Patricia. A partir de ese momento se estableció una relación profesional que ha cuajado en la aplicación del nuevo método educativo. Pero todo esto surge, según relata la directora del centro, Nerea Begoña, "porque necesitábamos cambiar el paradigma de la educación". Hace cinco años iniciaron una serie de reflexiones en las que llegaron a una conclusión: "Los chavales que teníamos en la ikastola no podían seguir aprendiendo de la misma forma que lo habíamos hecho nosotros", señala Nerea. Así que empezaron a documentarse, a viajar, a ir a centros que les parecían innovadores en Europa, hasta que conocieron a las expertas norteamericanas. "Y ahí iniciamos un camino sin retorno", resume Nerea. Tras diferentes cursos de formación y la creación de un "equipo tractor", el curso pasado, con la ayuda, por supuesto, de María y Patricia, se puso en marcha el proyecto Enseñanza para la compresión.

Resultados Los resultados están siendo muy satisfactorios para profesores y alumnos, según confirma Nerea Bilbao, una docente de la ikastola. "Uno de los cambios que más estamos notando", dice Nerea, "es la motivación en el alumnado, la ilusión, el interés y las ganas de aprender que tienen". Porque el método obliga a profesores y alumnos a pensar mucho, ya que deben olvidarse de los libros de textos. Jon Crespo, coordinador de la Enseñanza Primaria, confirma que el nuevo marco pedagógico les permite trabajar con niños en temas como el sistema solar, la arquitectura de Bilbao o el cuerpo humano. "Se ve", dice Jon, "que los niños son capaces de comprender". También están teniendo la percepción de que los niños "van más contentos y motivados a las clases". Para ello relatan un par de anécdotas. Jon cuenta, por ejemplo, que después de tratar los sistemas solares, un niño le tuvo a su padre una tarde investigando en internet sobre Plutón. Sergio Fernández, coordinador del grupo de profesores del nuevo sistema educativo, recuerda que otro alumno hizo cambiar los planes familiares un fin de semana porque tenía que ir a Cabárceno para completar sus conocimientos sobre lo que habían hablado en clase. Y así muchos ejemplos. En Begoñazpi están convencidos de que "los libros encorsetan". Por eso buscan nuevos caminos "donde la enseñanza se base en la comprensión".