Bilbao

de las aceras, a las pasarelas. La baldosa de Bilbao ha pasado de ser pisada a diario por las calles a ser mimada por las agujas del conocido diseñador Javier Barroeta, lemoatarra que ha encontrado su hueco en la alta costura. "Quería hacer de un símbolo más lúdico, popular, algo especial, diferente", cuenta desde su atelier, en el centro de la villa. Así, el símbolo de la villa ha formado parte de las nuevas creaciones de este modisto -como él se define- llegando a lucirse en bodas, pintado y bordado a mano sobre vestidos y en exclusivos complementos. Y también en el día a día, sobre corbatas y pañuelos de seda natural.

Bilbao puede presumir ahora de contar con una baldosa de pasarela. De alta costura. La idea llegó hasta el diseñador vizcaino mientras hablaba con una amiga. "Estábamos sentados, en plena conversación, dándole vueltas a crear algo que fuera especial para Bilbao. Entonces miré al suelo y la vi. Me dije, ¿por qué no?", recuerda Barroeta rodeado de los bocetos que ha desarrollado en los últimos dos años con esta idea. "Quiero potenciar Bilbao, darlo a conocer aún más y transmitir sus valores a través de un trabajo elaborado, dedicado, sublime", describe.

Exclusividad Así surgieron los primeros modelos, con modernos pañuelos y elegantes y divertidas corbatas que comparten protagonista, la famosa baldosa bilbaina. "Son de seda natural, realizada expresa y exclusivamente para este diseño", explica mostrando sus creaciones. Diseños para presumir de Bilbao. Pero Barroeta da una puntada más y ha introducido el símbolo de la villa en los actos más elegantes, como las bodas. Trajes de noche, bolsos para madrina, collares? "Se puede incluir en cualquier diseño y darle forma con cualquier material", desvela recordando vestidos de ceremonia en los que ha pintado a mano la forma de la baldosa, bolsos en los la ha bordado o chaquetas de hilo cuya forma es una repetición encadenada de baldosas; una prenda en la que ha invertido más de 150 horas de costura. "Son trabajos a los que hay que dedicarles tiempo, mimo. Así se convierten en artículos de lujo", cuenta. Metacrilato, pedrería, brillantes, seda natural? La baldosa de alta costura puede adoptar todo tipo de texturas y tejidos "y muchas veces solo se intuye su forma, no hace falta hacer siempre un diseño con su forma explícita", desvela.

La colección de este diseñador vizcaino cuenta con una gran aceptación entre sus clientas habituales. "La mayoría de las personas están encantadas. Dicen que es algo muy de Bilbao y eso, a los bilbainos, les gusta mucho, estamos muy orgullosos de lo nuestro", indica. Tanto, que muchas personas incluso escogen sus diseños para hacer un regalo o llevarse un detalle de la villa.

Poner en valor "La baldosa lleva muchos años con nosotros, pero después del desarrollo tan importante que se ha dado en Bilbao, tenemos ganas de darlo a conocer por el mundo. Eso no nos pasaba cuando era una ciudad gris. Ahora valoramos más lo que tenemos y lo disfrutamos mucho más".

Pero estos diseños no solo se quedan en Bilbao. San Francisco y Suecia ya conocen la baldosa bilbaina gracias a dos vestidos de boda que Javier Barroeta diseñó para dos mujeres extranjeras desde su atelier. "Es una manera más de presumir de ciudad y promocionarla", cuenta orgulloso de este trabajo artesanal que experimenta cada día. Y es que cada cliente, cada encargo, es una oportunidad para Barroeta de dar rienda suelta a su arte. "El trabajo es muy artesanal, así que intento que cada diseño, cada baldosa, sea diferente. Única", asegura. Un auténtico lujo que es asequible económicamente hablando. "Todo depende del trabajo que conlleve. Si son pequeños detalles, pintado a mano, bordado?. Pero es un precio lógico. Razonable", adelanta.

Imaginación no le falta a este experimentado diseñador, que ha planeado dedicarse más de lleno al mundo de las bodas. "Ahora estoy en un momento de mi vida en el que me apetece hacer cosas más especiales", se sincera advirtiendo de que los trajes de novia también son una buena oportunidad para lucir algo tan bilbaino como su baldosa.

Las puntadas de Barroeta han elevado Bilbao a las pasarelas . Y en un futuro cercano, también lograrán que la baldosa pase a formar parte una colección de museo. "Llevaré uno de los vestidos a una exposición", adelanta enigmático.