La recta final del scalextric
BILBAO. El scalextric de Sabino Arana ha iniciado la cuenta atrás para hacer realidad su desaparición en los próximos meses. La sociedad Interbiak, dependiente de la Diputación de Bizkaia, adjudicó ayer los trabajos de demolición que arrancarán este verano -julio o agosto- y concluirán en la primavera del año que viene. El derribo se realizará en seis meses en lugar de ocho, costará 2,8 millones en lugar de cuatro, una oficina de obra informará a los vecinos y se ha dado prioridad al proyecto que menos afecciones provocará en el barrio. Los vecinos se congratulaban ayer de que se estén cumpliendo los compromisos.
La Diputación de Bizkaia está siguiendo la hoja de ruta marcada con el tema de los accesos a Bilbao. Tres días después de la inauguración de los nuevos viales, la institución foral ya sigue el calendario establecido para mejorar las infraestructuras del territorio, en este caso de Bilbao. En este sentido, el ente foral ha dado prioridad a la manera en que se realizará el derribo para proceder a la adjudicación de las obras a la UTE (Unión Temporal de Empresas) Proyecto de desmantelamiento de los viaductos del enlace de Sabino Arana, que está conformada por las empresas Proyectos y Obras Pabisa S.A, Excavaciones Viuda de Sainz S.A y Orión Reparación Estructural S.L.
La oferta que presentó esta UTE se ha seleccionado teniendo en cuenta que rebajaba en dos meses el plazo de ejecución previsto en el proyecto inicial de desmantelamiento, que era de 8 meses, y también que planteaba una mayor utilización de medidas de corte y desmontaje frente a los métodos de demolición convencional, lo que contribuirá a reducir las afecciones producidas por proyecciones de ruido y emisión de polvo. Otro de los aspectos que se han valorado es la propuesta de la UTE de poner en marcha una oficina de comunicación de obra, en la que personal especializado servirá de intermediador con los vecinos de las zonas afectadas por las obras durante los meses que duren los trabajos. Además, la empresa adjudicataria acometará los trabajos con un presupuesto de 2,8 millones, es decir más de un millón de euros menos de lo que se había presupuestado.
La diputada de Obras Públicas, Itziar Garamendi, destacó recientemente que se trata de una obra compleja y puso de relieve que se trata de la primera vez que Bizkaia se enfrenta al desmantelamiento de una infraestructura viaria urbana "en plena convivencia con el tránsito de vehículos y peatones, con el reto añadido de la proximidad con viviendas y oficinas". Por ello, las labores de demolición "tendrán que convivir de la mejor manera posible con el normal desarrollo de la actividad urbana", señaló Garamendi. Precisamente, se ha priorizado a la UTE cuya oferta prevé menos afecciones vecinales.
En las tareas de demolición se retirarán 12.000 metros cúbicos del tablero de los viaductos y 3.000 metros cúbicos de pilares, material que se reciclará en otras obras públicas. Primero se retirarán barreras y pantallas, después se eliminarán los voladizos, más tarde se desmontarán los tableros y, por último, se demolerán los pilares de los viaductos.
Vecinos Los vecinos confían en que se adoptarán las mejores soluciones. "En estos momentos no nos preocupa demasiado el ruido ni las molestias que se vayan a producir en los próximos meses, porque sabemos que tienen fecha de caducidad, por lo que si hemos soportado durante treinta años las molestias de los vehículos día y noche, podemos aguantar unos meses", señaló Javier Herrero, uno de los vecinos de Sabino Arana, cuya vivienda se encuentra próxima al scalextric. Es más, Herrero confesaba que "estoy deseando ver cómo empiezan a trabajar las máquinas".
Tampoco le preocupa mucho que pueda haber vibraciones, porque confía en que los trabajos se harán con la menor afección posible". Solo llevan tres días sin soportar el paso de coches y confiesa que "esto es una maravilla; es cierto que en Sabino Arana hay pájaros".
Javier Muñoz, presidente de la asociación de vecinos de Basurto, comparte la satisfacción de Herrero pero pone el acento en los trabajos que aún quedan pendientes. "Sin caer en el catastrofismo, puesto que un cambio de esta naturaleza lleva su tiempo, hay deberes por hacer, como el desdoblamiento de Santo Domingo, estudiar la gratuidad de los túneles de Artxanda o estudiar la solución Este".