Bilbao. El tercer objetivo con el que se ha construido la nueva conducción es la generación de energía eléctrica. La diferencia de altura entre Venta Alta y el Nervión en Bolueta, 140 metros, permite al Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia la construcción de una minicentral hidráulica capaz de generar 4,4 gigawatios en un año. Es una cantidad de energía suficiente como para atender las necesidades de unas 2.000 familias, aunque esta no será su finalidad última. La energía se generaría al dejar caer el agua desde la zona alta de la conducción hasta el área cercana al río Nervión donde una turbina del tipo Francis la recogería para volverla a dejar una vez extraída la electricidad.

El director gerente del Consorcio, Pedro Barreiro, indica que existe un doble propósito con la construcción del moderno molino. "Por un lado, demostrar una vez más nuestra apuesta por las energías renovables para proteger el medio ambiente, y por otro, generar una energía que nos permitirá ahorrar nuestra factura eléctrica".

Rebajar la factura de luz Cada año, la entidad que abastece de agua a más del 90% de los habitantes de Bizkaia paga a Iberdrola más de diez millones de euros en concepto de consumo de energía. Las instalaciones que tiene distribuidas por todo el territorio, con varias depuradoras de agua y redes de tuberías, son grandes consumidoras de energía por lo que, con la puesta en marcha de esta central eléctrica, se ahorraría buena parte de la factura que paga cada mes.

Pero han surgido algunos problemas nuevos desde que se proyectó la minicentral hidroeléctrica hace tres años. De un lado, los condicionantes cada vez mayores que se imponen desde el Gobierno central a las empresas y entidades que generan energías alternativas para venderlas a la empresa eléctrica correspondiente, en este caso Iberdrola.

De otra, la aparición del mejillón cebra en Euskadi, la especie invasora que ya ha llegado al territorio de Bizkaia y que afecta tanto a los cauces naturales de pantanos y ríos como a conducciones artificiales de abastecimiento de agua.

Pedro Barreiro explica que "la nueva instalación puede ser propagadora del mejillón cebra y su presencia nos puede hipotecar la cantidad de días que podríamos activar las bombas para generar electricidad".

El plan aprobado inicialmente prevé una media de puesta en marcha de la central de 42 días cada año pero el condicionante del mejillón cebra, mucho más activo en condiciones climáticas benignas, ha supuesto para el Consorcio que haya entrado en un proceso de reflexión sobre la central hidroeléctrica. El director gerente asegura que "seguimos con la idea de construirla pero tenemos que analizar si merece la pena realmente". De todas formas esta planta no sería posible inaugurarla tampoco hasta la finalización del tanque de tormentas de Etxebarri ya que las turbinas generadoras de electricidad irán ubicadas en las mismas dependencias que las bombas extractoras de agua del Nervión.