BILBAO. Para este veterinario experto en micología, el equilibrio está en la mesura. O lo que es lo mismo, no ir al monte como quien va a al supermercado dispuesto a coger todo lo que ve aunque se encuentre poco maduro o incluso deteriorado. Álvaro Chirapozu aconseja fijarse en dos o tres especies y conocer bien sus características.

¿Es habitual que los bilbainos acudan al servicio de inspección de setas del Ayuntamiento para solicitar asesoramiento?

Sí, es un servicio muy utilizado que con los años se ha consolidado. 2011 fue un año malo climatológicamente para la recogida de setas y aun así solo en un mes llegamos a atender 700 consultas.

En estos tiempos en los que incluso los seteros se mueven con GPS y todo el tiempo utilizan las nuevas tecnologías, ¿tienen un servicio 'on line'? ¿Han pensado en asesorar a través de las Red?

No lo tenemos instalado específicamente, pero cuando una persona no puede venir hasta el área de inspección, le pedimos que nos mande las fotos para poder aconsejarle.

¿Cuántas intoxicaciones se produjeron el pasado año?

No podemos saberlo porque los hospitales no nos dan esa información, pero, según la página de micología estatal que nosotros consultamos, el año pasado hubo al menos cuatro intoxicaciones graves.

¿Se ha intoxicado usted en alguna ocasión?

No, nunca.

¿Ha evitado muchas intoxicaciones en estos años en el servicio de inspección?

Sí. Hemos evitado más de una intoxicación de un setero y de sus familiares. Incluso hemos llamado in extremis para que avisaran corriendo a la familia y poder evitar que se comieran las setas venenosas.

¿Y llegaron a tiempo?

Afortunadamente, conseguimos avisar antes de que se comieran las setas.

Diría usted que los bilbainos son osados a la hora de coger setas.

El hombre del campo es más precavido con las setas. Los baserritarras no se atreven a coger setas, pero los de ciudad son todo lo contrario. Van a por setas como si el monte fuera un supermercado: a coger todo y de todo. No es ni una cosa ni la otra. Se pueden comer setas, pero hay que tener cierta precaución.

Bizkaia es una buena zona para coger setas.

Todo el País Vasco tiene muy buenas condiciones para que haya gran cantidad de setas. Hay bosques, campas y un buen clima para que aparezcan.

¿Siguen los seteros guardando con celo los lugares donde crecen más setas?

Normalmente, no suelen desvelar los lugares, aunque también es cierto que hoy en día los montes, a veces, parecen la Gran Vía, por la cantidad de gente que se ha aficionado a ir a coger setas en cuanto es la temporada.

¿Hay alguna recomendación que se pueda dar a las personas que se inician en este mundo?

Es importante que no vayan a coger todo lo que encuentran. Hay gente que va con la mentalidad de llenar una nevera y no tiene que ser así porque, además, las setas son muy indigestas y tienen un gusto fuerte. Así que con pocas es suficiente. Otra sabia costumbre es que procuren ir acompañados de una persona que sea conocedora de algunas especialidades y se centren en tres o cuatro tipos de setas y no en todas.

¿Se puede avisar de lugares concretos donde haya especies más peligrosas o donde aparezcan las inofensivas?

No, porque en el mismo monte donde hay setas venenosas puede haber setas comestibles. Afortunadamente, la mayoría de las setas suelen ser inofensivas y son pocas las que causan unos daños irreparables. Pero de esas también hay y es complicado distinguirlas.