Bilbao

SER solidario en Bilbao tiene recompensa, al menos para los estudiantes de posgrado de la Universidad del País Vasco (UPV). Por tercer año consecutivo, el Ayuntamiento de Bilbao, a través de Viviendas Municipales, pone en marcha el Proyecto Jóvenes Solidarios. Se trata de un convenio entre el organismo municipal y la UPV en el que Viviendas Municipales ofrece alquileres a precios reducidos a estudiantes de posgrado que dediquen su tiempo a proyectos solidarios y comunitarios de los barrios donde se ubican las viviendas.

Dentro de esta iniciativa, Marcos Muro, director de Viviendas Municipales, junto con el vicerrector de la UPV en Bizkaia, Carmelo Garitaonandia, hicieron entrega ayer de las llaves de diez pisos de alquiler compartido para los universitarios a un precio simbólico de 50 euros. "Buscamos que los jóvenes solidarios que estén haciendo un máster puedan participar en este programa. La experiencia de las dos primeras ediciones nos ha demostrado que es una iniciativa muy positiva para todos -Viviendas Municipales, UPV, los jóvenes y las organizaciones con las que colaboran-. De ellos y de nosotros depende el éxito del mismo para que pueda continuar en próximas ediciones", explicó Muro.

"La UPV está muy agradecida al Ayuntamiento de Bilbao por poner en marcha con nosotros este plan de vivienda para jóvenes solidarios, que permite a 26 estudiantes de posgrado tener una vivienda por 50 euros mensuales más los gastos de comunidad, electricidad, agua, etc. Todos los participantes cuentan con una gran experiencia en trabajo de cooperación al desarrollo y sostenibilidad. Van a llevar a cabo un trabajo solidario en el barrio, lo que implica que tengan un compromiso y una formación", razonó Garitaonandia.

Los estudiantes Ayer, siete de los 26 estudiantes que se beneficiarán de la iniciativa acudieron a la plaza Corazón de María, en San Francisco, para recoger las llaves del que será su hogar durante el próximo año (el resto de estudiantes recibirá hoy las llaves de sus viviendas en Otxarkoaga). El grupo compuesto por estudiantes, todos menores de 35 años, de los máster de Cooperación y Desarrollo y de Estudios Internacionales de la UPV estaban "encantados" al ver las viviendas. "Es un privilegio para nosotros", afirmó el haitiano Rousseau. También la orensana Myriam y la gasteiztarra Miren estaban contentas. "Los pisos están muy bien. Las habitaciones son espaciosas; están equipadas y son luminosas. Perfectas para estudiantes". "Además, se trata de una experiencia muy interesante con la que conocer gente y el trabajo social en el barrio es la mejor manera de integrarse en él", puntualizó la tinerfeña Mónica.