Bilbao. El hotel Barceló cambiará de look, de ser un hotel con un diseño clásico, acorde con la época en la que fue construido hace casi cuarenta años, se transformará en un alojamiento "moderno, funcional y cómodo". La propuesta de reforma pasa por modernizar sus 355 habitaciones de una manera integral. Para ello, se pretenden realizar importantes cambios no solo en las habitaciones sino también en el hall y en sus salas de reuniones. En la última planta del hotel, la séptima, ya han empezado con los trabajos de demolición. "Todavía queda echar las paredes. Solo van a quedar las vigas, el resto va abajo", cuenta la subdirectora, Leire Aramburu. Los cambios pasan por utilizar líneas rectas y recurrir a colores que aporten mucha claridad, principalmente el blanco, que será combinado con detalles que den color a la estancia. De hecho, los responsables del hotel cuentan con un proyecto piloto -paredes blancas y madera clara- al que ya le han dado el visto bueno. "Luego dependerá de cada habitación, pero las habitaciones van a ir en esa línea, en blanco, tanto las paredes como las colchas, cortinas y el baño", describen. No es la primera vez que el Barceló ha sido sometido a un lifting. Aunque no tan integral, hace cinco años, ya modernizó la cocina y hace dos, una parte de las habitaciones; ahora se afronta la reforma de todo el conjunto.

Los responsables del Barceló Nervión han valorado que las fechas elegidas para acometer la obra, desde la segunda quincena de octubre hasta la segunda de marzo, son las menos perjudiciales para los clientes. "Es cuando la temporada es más baja y nos permite estar a punto para la próxima Semana Santa. Incluso tenemos un plazo adicional de manera que en todo caso estaríamos al 100% para Aste Nagusia", cuentan.

Durante los seis meses que duren las obras el trabajo continúa para los responsables del Barceló. Para ello, desde una oficina instalada en la calle Huertas de la Villa seguirán trabajando para recoger las reservas cara a abril de 2013 en el número 94 445 47 00. "Todavía nos queda mucho trabajo por delante, son seis meses para atender a los futuros clientes que estrenarán el renovado hotel", cuenta Aramburu.

No obstante, los responsables del Barceló han derivado a otros hoteles a los clientes asiduos de todos los años, para que puedan alojarse en la capital vizcaina mientras convierten sus instalaciones en todo un local del siglo XXI.