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El Ayuntamiento de Bilbao censa 230 lonjas juveniles tras "patear" calle por calle la villa

El Consistorio concluye que se trata de locales cuidados, confortables, ventilados y poco conflictivos

El Ayuntamiento de Bilbao censa 230 lonjas juveniles tras "patear" calle por calle la villaBorja Guerrero

BILBAO. En Bilbao hay 230 lonjas en las que los jóvenes de la villa pasan muchos de sus ratos de ocio en cuadrilla. Tres de cada cuatro no tienen cocina, y del resto pocos la utilizan; la impresión es que son espacios cuidados y confortables y cuentan una buena ventilación. Además, siete de cada diez de estos locales no han recibido ninguna queja en sus años de funcionamiento.

Son los datos más significativos que ha arrojado el censo efectuado por el Ayuntamiento de Bilbao con la asociación Gizagune, cuyos agentes han "pateado" todas las calles de la villa para realizar este estudio de Bilbao. Con estos datos el concejal de Educación, Sabin Anuzita, se mostró tranquilo aunque estarán vigilantes. De cara al futuro se va a elaborar una guía de recomendaciones dirigidas a los usuarios de las lonjas y se va a establecer una línea de contacto con los vecinos y los jóvenes a través de un servicio de intermediación para intervenir en caso de que lo soliciten.

La mayoría de las 230 lonjas censadas en este estudio cumplen con los requisitos exigibles a este tipo locales, solo en tres o cuatro casos se echó en falta más higiene, según revela Anuzita. Los datos recogidos servirán para elaborar una guía con sugerencias y unos mínimos que deben cumplir los jóvenes que tengan alquilados estos espacios.

Sin ordenanza específica En todo caso, el Ayuntamiento descarta elaborar una ordenanza específica que marque la actividad en estas lonjas. "Contamos con ordenanzas que regulan los aspectos exigidos para que estos locales cumplan los mínimos legales, por lo que no creemos necesario redactar una nueva ordenanza", aseguró Anuzita. Yolanda Muñoz, responsable de Gizagune, añadió que "queremos influir desde la educación, pero no con medidas coercitivas".

Los agentes de Gizagune han pateado todas las calles y barrios de Bilbao y han ido puerta a puerta de lonja en lonja para identificar los locales que están en activo. Anuzita se congratula de la gran colaboración que han establecido con los jóvenes, los cuales les han servido de guía para localizar los locales.

El objetivo era realizar un acercamiento y censo de la realidad al tiempo que se visitaban las lonjas y se interactuaba con sus usuarios. En total, se han realizado 5.233 encuestas con jóvenes de 57 centros educativos de Bilbao. Así se ha podido saber que de las 230 lonjas identificadas, 194 están en activo, es decir, son utilizadas en este momento como espacio de encuentro y ocio y 36 lonjas juveniles están inactivas, aunque han sido utilizadas para estos fines. Mayoritariamente las lonjas se encuentran en los barrios que bordean el centro del municipio, coincidiendo con los distritos que mayor población juvenil recogen (18-35 años) y que tienen precios ajustados de renta.

Según los datos obtenidos, la principal conclusión es que son espacios usados por grupos mixtos de chicos y chicas, cuadrillas de entre 10 y 15 personas con edades comprendidas entre 18 y 25 años. En solo dos o tres casos se trata de lonjas con uso exclusivo de chicos.

En cuanto a los horarios, desde hace uno o dos años los jóvenes entre semana disfrutan de la lonja hasta las diez de la noche aproximadamente mientras que los fines puede alargarse hasta las dos de la madrugada.

La mayoría de los locales utilizados por los jóvenes son antiguos comercios con fachadas y puertas de cristal y que por tanto se ubican en los bajos de viviendas y suelen lindar con garajes, trasteros y espacios vacíos. Cuentan con agua, luz y servicios. Casi un 80% tiene inodoros y en el 38,14% de los casos las dependencias cuentan con extintor. Respecto a la cocina, que es uno de los asuntos que más preocupa, por la peligrosidad que pueda entrañar, tres de cada cuatro carecen de ella y el resto prácticamente no lo utilizan. Sí cuentan con una buena higiene, gracias a los turnos de limpieza y, por lo general, no son lugares ruidosos para las comunidades.

En cuanto al precio, la media de alquiler oscila entre 251 euros y 350 euros. Precisamente este es el motivo por el que las lonjas son mayoritarias en los barrios frente al centro de la ciudad donde el costo de los alquileres es mucho más elevado.

Según Anuzita "a través de este proyecto ha sido posible realizar un acercamiento a una realidad hasta ahora desconocida facilitando una relación directa con 2.364 personas jóvenes usuarias que disfrutan de estos espacios".