UNA ciudad sería inimaginable sin los edificios ideados por los arquitectos. La arquitectura es uno de los componentes que marcan el ADN de un lugar y, de eso, Bilbao sabe bastante, ya que los elementos arquitectónicos han sido parte esencial de una transformación que ha asombrado al mundo. Por ello, ayer, aprovechando la celebración del Día Mundial de la Arquitectura, el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN) quiso reconocer con una placa a tres edificios que son señera del Movimiento Moderno en Bizkaia.

Las instalaciones elegidas fueron el edificio La Equitativa de Alameda Mazarredo creado por Manuel Galíndez, la Escuela de Ingenieros obra de Pedro Basterretxea y la ampliación del Museo de Bellas Artes de Ricardo Beaskoa y Álvaro Líbano. "Hemos elegido estos tres edificios, pero podía haber sido cualquiera de los 31 que la fundación Do, Co, Mo, Mo tiene registrados en Bizkaia como diseños del movimiento moderno", explica Jesús Cañada, presidente del COAVN.

La Equitativa fue el primero de los tres edificios en recibir su placa identificativa como uno de los edificios modernos que han marcado a la villa. "En mi opinión es uno de los mejores edificios de viviendas del mundo", indica Cañada. Desde ayer, en la parte izquierda del rellano del portal descansa una placa que reconoce la importancia de este edificio en la modernización de la villa.

Otra placa del mismo tipo está instalada en el punto de lectura del Museo de Bellas Artes. Los hijos de Ricardo Beaskoa, uno de los arquitectos del proyecto de ampliación acometido hace más de 40 años estaban felices. "Es un orgullo para nosotros que se reconozca el trabajo de nuestro padre. Para nosotros este edificio es muy especial, porque de pequeños pasábamos todas las mañanas de domingo aquí", comentan Ricardo, Astrid y Sonia Beaskoa. "Este edificio fue en su día muy innovador y hoy, 40 años después, sigue siendo muy moderno. Es la señera del crecimiento del Museo de Bellas Artes", señala Javier Viar, director de la pinacoteca bilbaina.

Por último, el tercer edificio distinguido fue la Escuela de Ingenieros de Bilbao. En esta instalación creada por Pedro Basterretxea se han formado generaciones de ingenieros y también es una joya de la arquitectura moderna. "Es un edificio muy bien hecho, mi padre no dejaba pasar por alto ni un solo detalle", señala María Luisa Basterretxea, hija del arquitecto. "Lo más importante de este edificio es la gran tradición que tiene y la impronta que ha marcado en Bilbao", comenta Carmelo Garitaonandia, rector de la UPV-EHU.

"Los arquitectos somos quienes hacemos las ciudades y nuestro trabajo es muy importante, porque se estima que para 2050, el 75% de la población vivirá en la ciudad", finaliza Jesús Cañada.