"Ojalá abran el paseo lo antes posible... ¡Qué ganas tenemos!"
Los muelles de Uribitarte son una zona muy utilizada para practicar deporte y pasear
Bilbao. Felisa cuenta que todas las mañanas se da un paseo de una hora por el borde de la ría. Empieza junto al Ayuntamiento, llega hasta la pasarela de Zubi-Zuri, la cruza y regresa por Uribitarte hasta el puente. "Luego, me tomo un café y me voy a casa", relata esta vecina de Txurdinaga. Sin embargo, desde hace unos meses su rutina se ha visto alterada. "Ahora tengo que ir y volver por la parte del Ayuntamiento y, claro, no es lo mismo. A ver si abren el paseo cuanto antes... ¡No sabes las ganas que tengo!", solicita.
Y es que como Felisa, son muchas las personas que eligen los márgenes de la ría, a su paso por Bilbao, para practicar deportes o simplemente pasear junto al cauce. De hecho, es habitual ver a decenas de vecinos corriendo, andando en bicicleta o desplazándose en patines por esta zona. El tramo entre el puente del Ayuntamiento y el museo Guggenheim es, además, una de las rutas más seguidas por los turistas, que aprovechan para llegar así desde la conocida pinacoteca hasta el Casco Viejo siguiendo el cauce de la ría y obteniendo unas vistas espectaculares del entorno.
Las obras de reparación de los muelles de Uribitarte ha supuesto el cierre de estos paseos durante más de seis meses, en los que estos transeúntes han tenido que buscar un recorrido alternativo para sus ratos de ocio. Eso sí, el Ayuntamiento ha mantenido, durante todo el tiempo que se han prolongado las obras, el acceso a la pasarela peatonal de Santiago Calatrava, así como las paradas del tranvía.
Con todo, las obras cumplirán su previsión de estar finalizadas para Aste Nagusia. Y es que el paseo de Uribitarte es también uno de los lugares preferidos por los bilbainos para ver los fuegos artificiales, así como para llegar hasta la zona de conciertos del entorno del Guggenheim. De hecho, una de las razones que llevó al Consistorio a cambiar de ubicación el txikigune de Ripa fue, además de que el espacio se había quedado pequeño para tantos asistentes, que no se sabía con seguridad si estas obras iban a poder estar finalizadas en agosto.