Bilbao. ¿Cómo describiría el efecto BBK Live a nivel hotelero?

Estamos encantados. No solo ha tenido un cartel buenísimo, lo cual ha atraído a muchos turistas, sino que además ha coincidido con el concierto previo de Bob Dylan, lo cual se traduce en buenas cifras de ocupación. Junto con la Bienal y el Festival Sol es, sin duda, uno de los puntos clave del año.

¿Ha permitido empezar el verano con buen pie?

Por supuesto. Es un arranque estupendo. Ya el año pasado llenamos las camas y este año, junto con otros eventos, es una de las cosas que más vida dan a los hoteles.

¿Ha cubierto las expectativas?

Sin duda. Aunque al principio había mucha preocupación por las reservas de última hora que impedían prever la ocupación.

¿Y las próxima semanas?

Bueno la segunda semana de julio siempre es más ligera y agosto se presenta flojo.

¿A pesar de Aste Nagusia?

Es porque el impacto de fiestas es diferente. Es relevante para los hoteles del centro que en esas fechas están al 100% de su capacidad, pero para el resto, más periféricos, es una semana buena dentro de lo habitual.

¿Cómo ve actualmente el turismo en Bilbao y en el territorio vizcainos?

Positivo, aunque los datos que tenemos en los últimos meses no son como los últimos años en los que batíamos récords. No es menos cierto que tenemos que ser optimistas y pensar que seguirán siendo buenos datos, no tan excelentes, pero buenos.

Para el BBK Live se han aumentado las tarifas pero eso no es lo habitual.

Sí, es así. Básicamente es porque vivimos una guerra de precios por internet. La red tiene un lado bueno que permite abrirnos a todo el mundo, pero otro malo, que nos exponemos demasiado. Competimos a la hora de ofrecer el mejor precio a toda costa.

¿Los hoteles pierden prestigio cuando bajan los precios?

El prestigio no solo está relacionado con el precio, aunque no digo que no influya. Creo que es una cuestión de que nosotros nos creamos que Bilbao realmente cuesta un 20 o un 30% menos de lo que costaba.

¿Cuál es la solución?

Que todos seamos más responsables. Entender que el precio que se paga es justo. Actualmente ofrecemos un servicio por un precio muy bajo y los turistas lo ven. En otros destinos encuentran menor calidad de servicio y más caro. La planta hotelera de Bilbao ofrece una calidad de servicio e imagen muy alta respecto a otros destinos.

¿Por qué se ha puesto de moda la reserva de última hora?

Básicamente porque internet nos expone demasiado. Todo el mundo piensa que en internet se va a encontrar una reserva de última hora más barata, aunque no es verdad. También influye el hecho de que muchísima gente a día de hoy no sabe a dónde va a ir de vacaciones o cuánto tiempo se marchará. Aquí es donde nuestra ciudad tiene una incidencia importante. Bilbao es una plaza en la que el cliente aunque no se tira 15 días, sí tenía planeado pasar 2 o 3 visitando la cornisa cantábrica o haciendo una escapada.