Una montaña de objetos tapona el acceso al portal de un bloque de viviendas en Getxo. Hace 25 años que los vecinos de una comunidad del barrio de Romo conviven con una persona con síndrome de Diógenes. "No solo es una cuestión de estética, sino de insalubridad y peligrosidad", cuenta una vecina con la que ha podido hablar este periódico. Porque entre los objetos aparentemente inofensivos que acumula este vecino, se encuentran latas de pintura y disolvente, bombonas de camping gas y extintores entre otros que ponen en riesgo la salud del resto de los vecinos.
"Es una persona que fuma y que tira las colillas al patio, y esto con tanto objeto inflamable hace que cualquier día pueda ocurrir una desgracia", explican con preocupación.
Basura acumulada
Durante este tiempo este inquilino iba y venía al domicilio para dejar cosas, pero hace un año el problema se intensificó cuando el hombre comenzó a residir de continuo en la vivienda. Desde entonces ha llenado su casa y las zonas comunes de basura y todo tipo de objetos como maletas, televisores, bolsas y bombonas de butano entre otras. El resto de inquilinos, que se quejan de insalubridad y malos olores, han puesto el problema en manos de la justicia, pero se quejan de la lentitud del proceso.
En las imágenes que han compartido los vecinos con este periódico, se ven claramente montañas y montañas de objetos de todo tipo que se agolpan en el portal y en las zonas comunes del edificio además de todas las que acumula este residente en su vivienda. "De todo lo que ha ido acumulando, tiene la puerta taponada hasta el techo. Televisores, maletas, bolsas... Todo lo que te puedas imaginar", cuenta una de las vecinas.
A la espera de una orden judicial
Los habitantes de esta comunidad, que han puesto el problema en manos de la policía municipal y los servicios sociales, están a la espera de una orden judicial para que se pueda proceder a vaciar esta vivienda y las zonas comunes como el portal y el patio. "Los vecinos no podemos sacarlo todo porque no son cuatro cosas. Todo lo que tiene es para sacar en camiones", explican.
Por su parte, han puesto los hechos en conocimiento de las autoridades, pero se quejan de la lentitud del proceso ante un caso tan grave. "Llevamos casi un año esperando", afirman.
Atender la enfermedad
Aunque consideran que la primera y más urgente medida debería ser la de vaciar y limpiar, creen que se debería ir más allá y cortar el problema de raíz. "En primer lugar por la salubridad de los vecinos y también por él, por su enfermedad. Si únicamente se vacía la casa, tendrá más sitio para volver a llenarla", añaden. Además de las evidentes molestias que esta situación está causando al resto de inquilinos, los vecinos aseguran que han intentado ponerse en contacto con él a través del administrador de fincas para atajar el problema, pero según explican, "no hace caso a nadie".
Es por ello que desde hace un tiempo son los servicios sociales los que se han encargado de hablar con él y evaluar la situación. Un grave problema de salubridad y convivencia que ha salido a la luz ahora, pero que esta comunidad de vecinos de Romo lleva años soportando, y con más intensidad en estos últimos 12 meses.