Termibus queda en el aire al no acudir ninguna empresa a la adjudicación

BILBAO. El plazo para la presentación de empresas candidatas a la adjudicación del proyecto de la nueva terminal de autobuses en Garellano expiró ayer sin que se haya presentado oferta alguna. A falta de conocer si en el último momento llega a través de correo alguna propuesta en plazo, el concurso habría quedado desierto y el proyecto en serio peligro, tal y como ya adelantó el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna.

Hace un mes, el primer edil ya alertó de la situación. Su análisis hizo presagiar desde el primer momento que la coyuntura era complicada porque de lo contrario el alcalde no hubiera sembrado la duda sobre uno de los proyectos estrella de la legislatura. En aquel momento, el alcalde jeltzale advirtió de que "puede ocurrir perfectamente que ninguna empresa obtenga el crédito necesario". Aunque Azkuna reconoció que "hay unas cinco o seis empresas" que han contactado con el gobierno local "con voluntad" de llevar a cabo el proyecto, que está presupuestado en un máximo de 55 millones de euros.

En abril se licitaron las bases del proyecto que no solo contempla el soterramiento de la estación de autobuses, sino que exige a la adjudicataria que "se integre al máximo en el entorno", construyendo un aparcamiento bajo rasante y la urbanización en la superficie. La principal novedad es que asumirá la financiación íntegra de la obra a cambio de disponer de los derechos de explotación del parking durante un máximo de 40 años. El coste máximo del contrato es de 55 millones de euros. El plazo para presentar candidaturas concluyó ayer y según ha podido saber DEIA no se había recibido ninguna propuesta.

La incógnita por despejar en estos momentos es cómo reaccionará el Ayuntamiento ante la nueva tesitura que se le plantea. Cuando el alcalde adelantó sus sospechas de que esto podría ocurrir, los grupos de la oposición en el Consistorio se posicionaron a favor de buscar diferentes formas de gestión que hicieran posible sacar adelante este proyecto. Ayer desde el Ayuntamiento no adelantaron ningún análisis sobre la situación que se ha creado en estos momentos.

La nueva estación de Termibus es precisamente uno de los proyectos principales de este gobierno. No solo en lo que se refiere a la terminal de autobuses, que nació con carácter provisional y después ha permanecido durante años, sino también porque supone una importante mejora en cuanto a espacios de ocio para el propio barrio. Además, el proyecto se completa con una comisaría de la Policía Municipal después de que la central de Garellano se haya trasladado a Miribilla.

Lo que ocurra con este proyecto va a condicionar también los planes previstos de adecuación semafórica y cambio de rotonda para administrar los vehículos que entren y salgan una vez entren en funcionamiento los nuevos accesos y quede sin movilidad el scalextric de Sabino Arana. Azkuna señaló en su día que se endeudaría para un proyecto de envergadura como Zorrotzaurre pero no contemplaba otras operaciones con los bancos.