BILBAO. “¿Otra vez están de huelga?”.Felicidad Muñoz esperaba ayera su autobús en Gran Vía cuando seenteró de que, para volver a casa, tendríaque esperar un poco más.Todavíatenía reciente la huelga en Bilbobusa finales de 2010, cuando estuvo“semanas saliendo antes de casay buscándome la vida para volver”.Ni siquiera le consuela que, almenoseste mes, los paros solo sean de cuatrohoras al día. “Es que es el metro,ahora los autobuses... Entiendo quetendrán sus razones. Nadie va porgusto a la huelga, pero yo no sé sialguien piensa en los usuarios...”, selamentaba, visiblemente molesta.Los trabajadores del servicio municipalde autobuses de la capital vizcainainiciaron ayer un calendariode paros en protesta por el “bloqueo”en la negociación del conflicto colectivo.Las primerasmovilizaciones sedesarrollaron sin incidentes y conúnicamente el 30% de los autobuses-lo establecido por los servicios mínimos-circulando.

Durante todo el mes de marzo, losautobuses de Bilbobus pararán dosdías a la semana, todos los martes ytambién este viernes 2, el jueves 8 yel viernes 16. Lo harán durante cuatro horas, en diferentes horarios,pero siempre dos horas por turno.Las movilizaciones se endurecerána partir del 19 de marzo, con parosdiarios de 7.30 a 1.30 y de 16.30 a 20.30horas, también el fin de semana.La primera jornada de paros sedesarrolló ayer sin incidentes y consolo el 30% de la flota circulando.Enlas marquesinas, los usuarios soportabanesperas más largas de lo habitualcon una mezcla de resignación,los paros simultáneos en el metro yel temor a que, como hace algo másde un año, el conflicto se prolongueen el tiempo. “Cada uno defiende losuyo, nadie hace una huelga porquequiere; pierdes dinero y tiempo, quizápara no lograr nada”, reconocían,comprensivos, Yolanda y Luis, que,junto a su hija esperaban en la GranVía un autobús que les llevara a sucasa en La Peña. Ellos no suelenrecurrir a Bilbobus, “cogemos másel tren”, pero la pequeña Alazne estuvopor la mañana a punto de no llegara clase. “No ha pasado el autobúsque suele coger y si hubiera esperadoal siguiente habría llegado tarde.

Menos mal que he podido coger unoa la plaza Circular y, de ahí, elmetro”, relataba. Nuria tiene la suertede entrar a trabajar antes de la hora a la que se inician los paros ytampoco en su vuelta a casa tuvo queesperar demasiado al autobús. “Bajode Miribilla a la plaza Circular y, deaquí, a Santutxu. Por suerte me hancombinado bien... Y menos mal, porqueen lugar de cada 15 minutos,están pasando cada 30. ¡Me fastidianmáslos paros del metro!”, reconocía.Los trabajadores denuncian conestas movilizaciones el “bloqueo” delconvenio después de 14 reunionesmantenidas con la dirección pararenovarlo, un calendario laboral“impuesto por parte de la empresa”y el “deterioro” de las condiciones laborales de la plantilla, según volvióa criticar ayer el presidente delcomité de empresa, Pedro Angulo. Elrepresentante de los sindicatosdenunció además que las dos últimasreuniones entre las partes -que secelebran todos los lunes- no se hanllegado a producir. “Esperemos quela próxima semana nos reunamos,porque sin hacerlo difícilmentevamos a llegar a un acuerdo”, confió.La dirección de Veolia, por suparte, defendió ayer que el conveniono está bloqueado ya que se sigue“negociando” y volvió a pedir alcomité de empresa que no utilice alos usuarios para “presionar” en lasconversaciones.

CONCESIÓN Por su parte, la negociaciónpara que V eolia venda su accionariadoen Bilbao se encuentra muyavanzada, a falta de los últimos flecosantes de presentarla al Ayuntamiento.La multinacional francesase encuentra en conversaciones conuna empresa -al parecer Alsa- paravender la propiedad de la sociedaden Bilbao, haciéndose cargo del serviciode Bilbobus.Aunque por ley noestá obligada a notificarlo al Ayuntamiento,tras la firma de la concesiónen 2008 el Consistorio incluyóuna cláusula por la que debe autorizarun cambio de titularidad de estetipo, aunque por el momento no hanrecibido ninguna notificación.Además, el concejal de Circulacióny Transportes, Asier Abaunza,matizó ayer que las incidenciasregistradas en Bilbobus respondenal “estricto” control de calidad quehan impuesto y que “en ningúncaso” comprometen la seguridad.