lA de ayer fue una jornada que difícilmente olvidará Luis Ortiz Alfau, un hombre de 95 años que es un ejemplo de envejecimiento activo, ya que lleva 16 años de voluntario en el Banco de Alimentos de Bizkaia. Este hecho no ha pasado desapercibido para el Ayuntamiento de Bilbao que, ayer premió en el Palacio Euskalduna a este hombre por su labor ejemplar y desinteresada en favor de los demás en el marco de las actividades de celebración del Día Internacional de las Personas Mayores.

Luis tuvo que esperar para saber si estaba entre los premiados o no, ya que su nombre fue el último en ser anunciado. Hasta ese momento, este hombre que es "el voluntario más longevo de todos los bancos de alimentos de Europa", estuvo aplaudiendo efusivamente a los seis mayores premiados. De repente, el concejal de Acción Social, Eduardo Maiz, pronuncia su nombre y Luis se levanta como un resorte. Camina hacia el atril donde se sitúan el resto de premiados, abraza al alcalde de la villa, Iñaki Azkuna, intercambia un par de bromas con el primer edil y coge su premio ante la mirada de los asistentes. Sonríe, sus ojos brillan y anuncian que una gran satisfacción recorre su cuerpo. "Estoy encantado, muy contento y muy agradecido por este premio", afirma este hombre que es un derroche de simpatía y de energía. "El estar tan activo me ha ayudado a conservarme así", reconoce.

Los premiados Junto a él, hubo otros seis mayores ejemplares reconocidos: José Luis Isla, presidente saliente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Abando; Perpetua Alonso, presidenta saliente de la agrupación de pensionistas de Zabala Gure Astialdi; José Vicente Cañada, presidente de la asociación de Jubilados Evacuados de la Guerra Civil; Benedicta González, fundadora de esta misma asociación; Enrique Urquijo, presidente de la asociación de Jubilados de niños evacuados del 37, y Felicitas Hernández, socia de la Asociación de Amigos de los Mayores .

La entrega de premios y la posterior comida de hermandad celebrada en el palacio Euskalduna eran el colofón a una jornada que para Luis fue muy especial de principio a fin. Sobre las 10.30 horas, esperaba junto a su compañero en el Banco de Alimentos de Bizkaia, Miguel Ángel Fernandino, al inicio de una visita guiada por el Casco Viejo y el mercado de La Ribera. Luis, junto a cien mayores, se embarcaba en una aventura en la que la historia de la villa y sus propios recuerdos coparán la excursión.

El Arenal y todo su entorno no tardaron en rebrotar los primeros recuerdos de Luis. "A El Arenal le llamaban el paseo de los ricos", explica. La marcha continúa y se adentra en el Casco Viejo, la Plaza Nueva, el edificio La Bolsa, y la Plaza Unamuno van descubriendo su historia en la voz de Unai. "Este paseo me está trayendo muchos recuerdos de mi vida", reconoce Miguel Ángel. Recuerdos que al llegar a Unamuno, se agolpan en las retinas de Luis, toda una enciclopedia de la zona: "Esta plaza se llamaba la plaza de los Auxiliares y aquí estaba la Universidad". La causa es la experiencia que le han dado sus 95 años de vida. "Muchas veces no se valora nuestra experiencia y no nos escuchan, nos dicen que solo contamos batallitas", manifiesta frente al renovado mercado de La Ribera, una instalación que ya ha visto y que le trae muchos recuerdos. ya que frente a él pasó "muchas horas" en la tienda en la que trabajaba su padre.

Recuerdos de un hombre muy activo y que, pese al pasar de los años, no quiere parar y decide disfrutar al máximo de la fortuna de poder llegar a ser mayor y estar en plenitud. Algo que el Ayuntamiento de Bilbao ha decidido reconocer y premiar.