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Garajes sin derecho a ascensor en Gordoniz

Una jueza de Bilbao deniega a los dueños de unas parcelas sin vivienda en propiedad utilizar los elevadores Los perjudicados han recurrido la sentencia porque "vulnera la Ley de accesibilidad"

Garajes sin derecho a ascensor en GordonizFoto: Juan Lazkano

Bilbao. Una sentencia no les ha dado la razón y deberán seguir subiendo por la rampa o por las escaleras después de dejar sus coches en el garaje que poseen en la calle Gordoniz de Bilbao. Los dueños de parcelas de garaje del número 28 que no poseen una vivienda en propiedad en el mismo edificio, no tienen derecho a utilizar ninguno de los tres ascensores que conectan los cinco sótanos de garajes con el portal y el resto de pisos. A grandes rasgos, esta es la sentencia que una jueza dictó el pasado mes de julio en un juicio celebrado en Bilbao entre los propietarios de parcelas y la comunidad de vecinos del citado edificio. Los propietarios de estos garajes sólo pueden acceder por las escaleras o por la rampa de acceso de vehículos, sin posibilidad alguna de utilizar los ascensores que dispone el inmueble. "Y por si fuera poco, por seguridad, los vecinos cambian cada cierto tiempo la clave de acceso de la rampa", asegura uno de los propietarios.

Según los afectados, la sentencia va en contra de la Ley 20/1997 para la Promoción de la Accesibilidad y el Decreto 68/2000, que establece la obligatoriedad de hacer accesibles tanto los garajes como los trasteros de las edificaciones de nueva construcción. "Las comunicaciones de las viviendas con los elementos comunes, con los garajes, con los trasteros y dependencias anejas deberán permitir su utilización de forma autónoma por todas las personas", cita la Ley. La sentencia se escuda en el hecho de que los afectados tuvieron que firmar una norma, al parecer impuesta por la promotora, Valle Hermoso, por la que éstos renunciaban a su derecho universal de accesibilidad a utilizar cualquiera de los tres ascensores.

"Aunque sabía que esa normativa era ilegal, si no hubiera firmado esa condición, no me habrían vendido la parcela", explica José Luis, uno de los perjudicados. Por eso, como este hombre, los más de 60 propietarios de parcelas, pero no de viviendas, disponen de un garaje en los sótanos del número 28 de la calle Gordoniz, pero no cuentan con el derecho de usar los elevadores para salir de ellos. "Entre los afectados por la normativa comunitaria hay personas de todo tipo: mujeres embarazadas, personas con asma, mayores de 70 años, familias con niños pequeños, incluso un discapacitado físico. Estas personas tienen dificultad para subir del garaje por las escaleras", explica Guillermo Trecu, abogado defensor de éstos y miembro de Fekoor, la Federación Coordinadora de personas con Discapacidad Física y/o Orgánica de Bizkaia. "Aunque no sólo estas personas tienen derecho a utilizar el ascensor, la Ley de Accesibilidad es para todos, ya estén en silla de ruedas, embarazados, con una pierna rota o con las compras del supermercado. Todos tienen derecho a utilizar los ascensores".

Ley de accesibilidad Ante la falta de acuerdo entre la promotora y los vecinos del inmueble, los afectados optaron por denunciar el hecho y llevarlo ante el Juzgado de Instrucción Número 1 de la capital vizcaina, donde solicitaban, ya que no les permitían utilizar los ascensores previo pago de las cuotas de mantenimiento correspondientes, la construcción de un cuarto elevador con acceso único a los garajes desde la calle. "La sorpresa fue que, aunque la normativa va en contra de la Ley de Accesibilidad, la jueza falló en favor de la comunidad", relatan. "Según la jueza, como no pagábamos los gastos de ascensor no podemos usarlos. Tampoco accedió a la construcción de un cuarto ascensor ni nos concedió nuestro derecho a la accesibilidad", relata, indignado, José Luis.

Por su parte los propietarios de viviendas tampoco permiten que los afectados paguen los gastos de la comunidad y que, de este modo, tengan acceso a los ascensores. "Hemos tenido reuniones con los vecinos, pero se respaldan en el hecho de que firmamos un acuerdo con la promotora. No entiendo cómo nos hicieron firmar algo así. Hay derechos que son irrenunciables", indica otro de los perjudicados. "También ha habido vecinos que se han posicionado de nuestro lado, pero como la mayoría está en contra, no podemos hacer nada", afirma. Además, existen varias parcelas específicas para minusválidos que permanecen sin vender. "¿Que discapacitado físico va a comprar una parcela en un sótano si después no puede usar el ascensor para subir?", plantea Trecu.

Ahora, tanto los perjudicados como Fekoor han recurrido la sentencia, a la espera de que la Audiencia de Bizkaia restablezca nuevamente el derecho de estas personas a la accesibilidad. Igualmente, Fekoor mantendrá una reunión con la concejala de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bilbao, Julia Madrazo, "para que quede constancia de este hecho y no suceda algo similar nunca más", explica Guillermo Trecu. Y es que el Ayuntamiento de Bilbao se encarga de inspeccionar los inmuebles de nueva construcción, como el del número 28 de la calle Gordoniz, para garantizar el cumplimiento de la Ley para la Promoción de la Accesibilidad.