Bilbao. La sombra de la Alhóndiga es alargada y, pasado ya un mes de su apertura, el Ayuntamiento ha decidido reorganizar el tráfico en su entorno. Unas modificaciones que son efectivas desde hoy mismo, en concreto, a partir de las nueve de esta mañana. El concejal adjunto de Circulación y Transportes, Asier Abaunza, dio ayer a conocer los cambios que van a tener dos fases.

Los conductores se encontrarán hoy con que se abrirá la Alameda de Rekalde en el tramo tangencial de la Alhóndiga, entre Alameda Urquijo y Fernández del Campo, pero no podrán seguir hacia arriba como ocurría antes de la inauguración del centro cultural. Ahora el sentido del trafico será de bajada hacia la plaza Arriquibar, aunque se mantendrá la doble circulación en el trecho comprendido entre Autonomía y Alameda de San Mamés.

La otra calle que cambia es el tramo de Fernández del Campo, entre la Alameda de Rekalde y General Concha, cuyo sentido será inverso al que presentaba hasta ahora.

La tercera arteria que mutará su escenario de circulación es la pequeña calle Rekakoetxe, la paralela al tramo de Fernández del Campo. Con estos cambios se consigue dar más facilidad al tránsito en esta zona y forma un circuito en una sola dirección en torno a la manzana que componen el viejo edificio del RAC y las escuelas de General Concha. Asier Abaunza también hizo referencia al tramo final de Fernández del Campo cuyo carácter peatonal sólo será afectado por la carga y descarga de mercancías de 08.00 a 11.00 horas y por los coches que acceden a los garajes en este tramo de calle.

La apertura de la calle Rekakoetxe "se efectuará en unas semanas" debido a que este espacio todavía es necesario para las obras que se ejecutan en la Alhóndiga. "Es una zona de acopio de materiales que necesitamos", indicó Abaunza, quien confía en que los conductores bilbainos se acostumbren con tranquilidad a la nueva circulación.