El deporte entra a escena en el Teatro Ayala
Up Quality Fitness Clubs abrirá el 16 de septiembre su moderno centro deportivo, de salud y belleza
Bilbao. Bilbao está en plena transformación. El arte de la belleza, del culto al cuerpo, del bienestar y la relajación está ganando terreno. Tanto, que antiguos espacios dedicados a otro arte, el escénico, se han convertido o se convertirán en instalaciones relacionadas con el ejercicio físico. El ejemplo más cercano es el Teatro Ayala, que a partir del 16 de septiembre volverá a abrir sus puertas reconvertido en el Club Up Bilbao, un local dedicado al deporte, la belleza y la salud.
Después de algo más de 20 años operativo, del antiguo Teatro Ayala ya sólo queda su nombre, que aún se mantiene en el exterior de la fachada y el arco que decoraba el anfiteatro. Su interior se ha reformado para acoger las instalaciones necesarias para que el club Up Bilbao sea una realidad. DEIA ha visitado las obras, que estarán finalizadas para julio y en las que la cadena de gimnasios Up Quality Fitness Clubs ha invertido seis millones de euros. Y es que, según indican los responsables del nuevo club, su intención es "sorprender y transmitir sensaciones positivas". Ya no vale sólo con poseer un local con el equipamiento adecuado. Ahora, los gimnasios dan un paso más allá. Abren su mercado hacia el mundo del cuidado corporal y el relax. Buscan las máquinas más innovadoras. Y escogen locales que, de por sí, sean exclusivos, como un antiguo teatro. Todo esto lo reúne el club Up Bilbao, que generará 30 nuevos puestos de trabajos. "El Teatro ha sido nuestro mayor handicap. Es un edificio con duende y hemos intentado aprovechar al máximo la estructura", dicen.
Un enorme andamio vigila desde el centro del local el escenario y el anfiteatro. Con dos y tres plantas cada uno albergarán las dos zonas de cardio, el aula de spinning y la sala de actividades dirigidas. Abajo, con 16 metros de altura de distancia, descansan las piscinas, aún vacías. Una más grande, de más de 20 metros será la dedicada a la práctica de natación. La otra, acogerá las actividades del spa. Bajando las escaleras se encuentran los vestuarios, tanto los femeninos como los masculinos, desde los que se puede acceder con total facilidad a todos los espacios del club. Amplitud. Claridad. Conexión. A pesar de que aún queda trabajo, Up Bilbao ya transmite sensaciones.
Espacios diáfanos todos conectados. No hay puertas en Un Bilbao. Los cristales de las salas permiten que, en todo momento, se visualice la vida del club, su gente. Y buena fe de eso es la zona que denominan chill out, donde los socios podrán disfrutar de un ambiente relajado, con música, la prensa del día y acceso a internet. "Queremos fomentar el ambiente de un club, con atención muy personalizada y especializada", explican los responsables. Y los bilbainos ya han comenzado a apuntarse a esta nueva manera de cuidar el cuerpo y el alma. Al día, al menos 25 personas acuden a la oficina comercial que la cadena de gimnasios mantendrá abierta hasta septiembre en la calle Rodríguez Arias. "La mayoría de ellos se apuntan al instante", aseguran.
El perfil de sus socios, según describen, es de personas con "espíritu joven, no importa la edad, sino que se interesen por su salud y bienestar, que tengan el espíritu Up". Eso sí, los menores de 17 años no pueden formar parte de esta familia, "es la normativa del club". Y es que los responsables no quieren que existan aglomeraciones en sus instalaciones. El precio para entrar en este exclusivo centro es de 85 euros al mes, más 150 euros de matrícula, cuota que da acceso a todas las instalaciones del club, que se complementa con un amplio centro de belleza con exclusivos tratamientos.
El deporte no descansa ni los fines de semana, por eso Up Bilbao solamente cerrará tres días al año. Las luces -las piscinas cambian de color para crear diferentes sensaciones-, los aromas, la música, la atención... En Up Bilbao todo está pensado para que practicar deporte se convierta en un acto social.