"Me gustaría que la gente saliera de la Alhóndiga diciendo que ha comido genial"

Bilbao. La gastronomía se incorpora hoy a la oferta de la Alhóndiga de la mano del cocinero Ricardo Pérez. La puesta en marcha del Yandiola es el primer eslabón de una cadena culinaria que continuará con la cafetería Hóla Bar y el restaurante La Florinda, tres espacios para dejar satisfechos a los visitantes del centro cultural y de ocio.

¿Hay nervios?

No. Estoy tranquilo y a la vez muy animado, porque un proyecto de estas características es como para estar ilusionado.

¿Tiene ganas de empezar?

Sí, por supuesto. Al final, uno es cocinero y lo que le gusta es cocinar.

¿Por qué se embarcó en este proyecto?

Porque me pareció muy interesante, ya que había que aportar muchas ideas. Hay distintos espacios, en los que había que presentar una propuesta de actividad para cada uno y que además respondiera a la filosofía de la Alhóndiga.

¿Cuál es esa filosofía?

Dar respuesta a todo tipo de público. Si viene público infantil o juvenil, que tenga una oferta asequible a sus necesidades, y si viene un público más serio, que quiera nuevas emociones, pues que se vaya de aquí con un buen sabor de boca.

¿Cómo se va a concretar la oferta?

Por un lado, con la cafetería Hóla Bar, que daremos menú del día, pintxos, vinos...Luego está la Florinda, un espacio más dinámico, más joven, donde ofertaremos una fusión de cocinas del mundo escogiendo los platos más emblemáticos de la gastronomía internacional. Y por último, el Yandiola, que es el restaurante gastronómico. Son espacios distintos con unos precios distintos.

Hablemos entonces de dinero, ¿cuánto va a costar comer en la Alhóndiga?

El precio del menú infantil será 8 euros; los menús del día en la cafetería serán de 13 euros, una tarifa de mercado, según los restaurantes de la zona; el menú de La Florinda será de 20 euros y el del Yandiola andará entre los 50 y los 70 euros.

¿Ha pensado en incluir algún plato en honor a la Alhóndiga?

Por ahora no tenemos ningún plato que se base en la Alhóndiga, pero si surgen necesidades, se irán haciendo cosas. Ayer, por ejemplo, servimos un cóctel para unas 300 personas y diseñamos un pintxo exclusivo. Por eso, si la Alhóndiga requiere un plato especial, se hará.

¿Cree que va a ser un éxito la Alhóndiga?

Yo estoy convencido de que va a ser un éxito. Esto era algo que la ciudad de Bilbao necesitaba. Además, yo creo que va a ser un sitio donde la propia actividad que se va a generar va a atraer mucha gente. Este centro va a ser un lugar de referencia para la gente de Bilbao y para el turismo. Va a ser un sitio emblemático y de visita obligada.

¿El restaurante Yandiola va a ser un reclamo para visitar la Alhóndiga?

No lo sé. Nosotros tenemos una trayectoria, con nuestra propia clientela, que igual viene por primera vez a la Alhóndiga por nosotros. Pero yo espero que haya público para todo.

¿Qué le parece el edificio?

Estoy encantado. Me parece que reúne el espíritu que ha intentado marcar Starck. Está muy bien planteado todo, el diseño de las actividades, los espacios, las dimensiones que tiene para atraer al público.

¿Piensa utilizar alguna de las instalaciones que no sea la cocina?

Sí, por supuesto. A mí me viene muy bien por los horarios que tenemos en la hostelería. Como a veces disponemos de poco tiempo entre la comida y la cena, el poder tener un sitio cercano para hacer alguna actividad deportiva o poder ir a la Mediateka a leer un libro o entrar en internet, me parece estupendo. ¿Cuál será su recompensa al trabajo realizado en los fogones?

Que la gente salga por la puerta de la Alhóndiga diciendo: ¡vaya sitio tan maravilloso en el que hemos estado y encima hemos comido genial!