Once de once y que pase el siguiente. El Surne Bilbao Basket sigue manteniendo impoluta su hoja de servicios en la FIBA Eurocup, aunque este miércoles tuvo que sufrir más de lo deseado para superar al Le Portel (74-65) en un partido en el que ofreció dos caras diametralmente opuestas, dominadora en la primera mitad a lomos de Melwin Pantzar y de un magnífico trabajo defensivo hasta fabricar un brutal 47-24 al descanso y timorata y empequeñecida en la segunda hasta el punto de llegar a complicarse la victoria por el exceso de relajación, teniendo que apretar de nuevo los dientes con el amenazador 61-57 a menos de cinco minutos del final y con la mala noticia añadida de la lesión sufrida por Harald Frey a menos de dos minutos del final, al torcerse el tobillo izquierdo en una acción de tiro tras aterrizar sobre el pie de un rival.
Así las cosas, los de Jaume Ponsarnau podrían impulsarse hasta la ronda de ocho supervivientes de la competición, manteniendo aún dos balas en la recámara, si la próxima semana superan al Banco de Sardegna Sassari en Miribilla (los italianos aún no conocen la victoria en este Grupo L) y el Cholet sale victorioso de la contienda entre los dos equipos galos.
La cita apuntaba a un auténtico monólogo de los ‘hombres de negro’, tremendamente autoritarios desde una defensa granítica liderada por Xavi Rabaseda y con Pantzar imponiendo su autoridad en cancha. 22-10 en los primeros diez minutos, 47-24 al descanso y parecía que el asunto estaba ya sentenciado, pero nada más lejos de la realidad. Otra de las típicas desconexiones de los ‘hombres de negro’ dio aire a los franceses, que a base de físico en retaguardia y un acierto en el triple del que no había habido noticias hasta entonces atosigaron a un rival que se las prometió demasiado felices y demasiado pronto.
El mismo equipo bilbaino que lució un 71,4% en el triple y un 63,6% en tiros de dos hasta el descanso para facturar 47 puntos, pasó a un 3 de 13 y a un 6 de 16, respectivamente, para 27 en los dos últimos cuartos, con los visitantes encontrando petróleo en las segundas oportunidades de tiro (8-20) y en los lanzamientos libres, a los que acudieron una y otra vez. Fueron dos triples de Frey y una canasta a la contra de Thijs De Ridder los que desactivaron el alarmante 61-57 en un final de partido rebosante de errores.
GRAN PANTZAR
Al encuentro le costó alcanzar fluidez ofensiva en su arranque. Los franceses necesitaron más de cinco minutos para anotar su primera canasta en juego, pero su defensa, cerradita y con cuerpos grandes y activos, se le atascó también al conjunto anfitrión. Con un pírrico 4-4 en el ecuador del acto inaugural, la entrada en escena de Pantzar, con Tryggvi Hlinason como principal compinche, sacó el duelo del sopor. Con las penetraciones del base sueco (ocho puntos en los diez primeros minutos), el poderío del islandés debajo del aro y una retaguardia muy bien armada que robó balón tras balón, los de Ponsarnau fabricaron un parcial de 13-2 para llegar al primer parón con un muy interesante 22-10.
Boyer, esforzado en lo referente al trabajo de intendencia en las cercanías del aro bilbaino, intentó mantener a los suyos a flote, pero el ataque del Le Portel era una tortura desde las distancias medias y largas. Así las cosas, el control del partido era absoluto por parte del Surne Bilbao Basket. Eric Girard tuvo que parar el partido a cinco minutos del descanso con el 34–19 tras dos triples de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman y una canasta de Rubén Domínguez. El primer y único triple de los franceses, obra de Fevrier, llegó con más de 16 minutos ya de juego sin que hiciera el más mínimo daño a los anfitriones. De ello se encargó Xavi Rabaseda acumulando robo tras robo (cinco en los dos primeros cuartos) para que los suyos salieran en estampida y enlazaran otro parcial de 13-0 para alcanzar el ecuador de la cita doblando prácticamente a su rival en el luminoso: 47-24.
LA CAÍDA
La vida era sencilla y cómoda para los de Ponsarnau, a los que el exceso de relajación les pasó factura en la reanudación de la contienda. El técnico catalán tuvo que llamar a capítulo a los suyos con seis minutos disputados del tercer acto porque el parcial de 2-8, con solo dos tiros libres anotados por parte de Frey, no era de recibo. Hasta el 49-34 se acercó en primera instancia el conjunto francés, con Gholston amasando tiros libres, antes de que Amar Sylla, con un triple y un matazo, y Pantzar, con un ‘dos más uno’, sacaran a los anfitriones del sopor.
Sin embargo, con el 57-42 a diez minutos del final, las cosas fueron incluso a peor. Con Nunge y Gholston anotando desde la larga distancia y tirando de físico en defensa, el Le Portel se subió completamente a la chepa de los bilbainos, tiernos y dubitativos en exceso. La zozobra llegó hasta el más que inquietante 61-57, momento en el que Frey dio un paso al frente antes de lesionarse para evitar el naufragio y atar una victoria más costosa y sufrida de lo deseado.