La desgracia no abandona al Surne Bilbao Basket que ayer recibió otro mazazo en forma de lesión. En el entrenamiento del miércoles, Tomeu Rigo se hizo daño en la rodilla izquierda y las pruebas médicas dieron el peor diagnóstico posible. El capitán de los hombres de negro sufrió la rotura de la fascia del ligamento cruzado anterior de la misma articulación que le dejó fuera de casi toda la temporada 20-21 y que ahora también le convierte en baja de larga duración. Es la segunda después de la de Andrew Goudelock cuando apenas se ha cubierto la mitad de preparación y otro golpe para el vestuario, por el valor que en él tiene el escolta balear, y para el club que puede verse abocado a buscar otro sustituto en el mercado.

No hay dos sin tres, pero volveremos en unos meses después de pasar por el taller”, escribió Rigo en sus redes sociales con ese talante positivo que le ha hecho ganarse el cariño de la afición bilbaina. El jugador de Campos, de 25 años, era uno de los veteranos en el vestuario y había accedido a la capitanía en su quinta campaña en el Bilbao Basket, de las cuales se pasará dos en el dique seco por culpa de las lesiones. La pasada temporada tampoco tuvo mucha participación por distintos problemas que limitaron su disponibilidad. Además, durante su etapa en la cantera del Baloncesto Sevilla, en la que llegó a ser internacional con España, ya sufrió otra rotura de ligamento cruzado en la rodilla derecha por lo que su carrera está marcada por las lesiones. 

Cuando aún quedan cuatro amistosos antes del comienzo de la Liga Endesa el 30 de septiembre en Badalona, las dos lesiones han debilitado la posición de escolta en el Bilbao Basket ya que ahora queda solo con Francis Alonso como especialista. El malagueño era también opción para el puesto de base por lo que el director deportivo Rafa Pueyo tendrá que reforzar ese puesto ahora ya con cierta urgencia para afrontar la preparación con garantías. Rigo ocupaba una de las seis plazas de cupo de formación de la plantilla, lo que amplía el margen de maniobra, incluso para los partidos de la Basketball Champions League. Iñigo Betolaza, que ya ayudó al equipo hace dos temporadas en un contexto también de muchas lesiones, está actuando de base en los choques de pretemporada con buena nota, pero su papel, en teoría, está destinado al equipo de la Liga EBA. Por tanto, el Bilbao Basket tendrá que hacer encaje de bolillos con sus limitados recursos para tratar de poner remedio a la crítica situación que ha provocado el mal fario.