ANZEJS Pasecniks estaba llamado a ser un jugador dominante, pero su trayectoria desde que debutó en la Liga Endesa con solo 19 años presenta más sombras que luces. Desde su Riga natal, el pívot letón de 2,16 metros, que formaba una pareja letal en categorías formativas con Kristaps Porzingis, llegó en 2015 al Gran Canaria para integrarse, en principio, en el equipo EBA. Pero, cómo no, Aíto García Reneses apreció sus cualidades y le dio la alternativa en el primer equipo en una posición en la que ya estaban Alen Omic y Sitapha Savané. Lógicamente, aquel chaval estaba aún tierno, necesitaba muchas horas de vuelo en una competición exigente, pero era un diamante a pulir con paciencia.

Pero el jugador no la tuvo y después de situarse en el radar de la NBA y ser elegido en el draft de 2017 por los Orlando Magic, en 2019 dio el salto a la mejor liga del mundo. Es la misma decisión que tomaron y tomarán gente de su perfil, pero el éxito no está garantizado, menos en un momento en que los pívots grandes y con poca movilidad han perdido el protagonismo en la NBA. Pasecniks se integró en los Washington Wizards, metió mucho músculo en su cuerpo, pero eso no le sirvió para ganarse un hueco importante en un equipo volcado hacia los jugadores de perímetro. Apenas disputó 28 partidos con los capitalinos, el último de ellos en enero del año pasado.

Fuera de esa rueda, no le quedó más remedio que emprender el camino de vuelta, pero sorprendió que fuera el Real Betis, colista de la ACB, el que se hiciera con sus servicios, aunque en su contrato figuran cláusulas de salida para la NBA y la Euroliga. La influencia de Berdi Pérez, el director deportivo del Betis que estaba en el Gran Canaria cuando el letón recaló allí, tuvo mucho que ver en un fichaje que para Anzejs Pasecniks supone, ya con 26 años, una segunda oportunidad y para el equipo bético, un salto de calidad importante, a poco que el pívot alcance su mejor nivel. “Soy un jugador de equipo, no miro por mis números, sino por el bien del grupo para ayudar a conseguir victorias”, dijo con modestia el día de su presentación oficial.

Porque a Anzejs Pasecniks siempre se la ha reprochado su falta de dureza, de energía, para imponer sus muchos centímetros y su buena técnica en una liga en la que sí hay sitio para jugadores como él. Sus promedios en 121 partidos en Gran Canaria fueron de apenas seis puntos y tres rebotes. En el Real Betis, de momento, son 9,8 puntos y 4,5 rebotes, que quizás parezcan todavía insuficientes para las expectativas creadas. Luis Casimiro le dirigió dos temporadas en el conjunto insular y sabrá llevarle y motivarle en busca de la permanencia. Anzejs Pasecniks aún está a tiempo de demostrar todo aquello que apuntaba si no vuelve a dar pasos en falso.