Derrotar a la dictadura de la lógica cuando se tienen tantos elementos en contra es misión casi imposible. El Surne Bilbao Basket y ello le dio para jugar un derbi vasco más que digno, mostrarse revoltoso ante un Bitci Baskonia que va cogiendo velocidad de crucero e incluso soñar con fabricar un final de contienda apretado (85-78 a 2:52 del final), pero finalmente, vacío ya de fuerzas y sin oxígeno en los pulmones, tuvo que hincar la rodilla para sumar su novena derrota del curso.

El conjunto de Álex Mumbrú, tras veinte días sin competir, llegaba a la cita con tres jugadores lesionados (Álex Galán, Tomeu Rigo y Rafa Luz), sin Ludde Hakanson, probablemente su jugador más regular, al causar baja de última hora por una gripe y además perdió en el amanecer del segundo acto a Jonathan Rousselle, con una muñeca dañada. El colmo de los colmos, Así, con dos debutantes que tuvieron que jugar más de 26 minutos -brillante Khyri Thomas, más romo Stefan Peno- y tres canteranos -Gonzalo Basterrechea, David Monge e Iker Chacón- completando la convocatoria, el conjunto vizcaino no parecía en disposición de ofrecer demasiada resistencia, pero lo hizo.

Tirando de seriedad y trabajo, con Thomas haciendo daño desde el perímetro y Ángel Delgado y Damien Inglis imponiéndose cerca del aro, los 'hombres de negro', aunque fuera haciendo la goma desde el ecuador del segundo cuarto, se negaron a claudicar hasta el final, pero los problemas en la posición de base, con el recién llegado Peno solo a los mandos tras la lesión de Rousselle, acabaron pesando, pues cuando las pérdidas de balón bilbainas aparecieron los de Neven Spahija encontraron la oportunidad perfecta para correr y expresarse baloncestísticamente en el terreno que más les gusta. Sus 25 puntos tras pérdida, casi todos al contraataque, desnivelaron la balanza y fundieron las fuerzas de su rival.

BUEN ARRANQUE

El encuentro arrancó con más ritmo que acierto por parte de ambos bandos. El Surne Bilbao Basket compareció descarado, apostando por correr a la mínima oportunidad y no le salió mal la apuesta, ya que a pesar de que se dejó puntos importantes por el camino pudo competir de tú a tú con el Baskonia, mandando incluso en el marcador durante varios compases. La actividad de Delgado en las cercanías del aro y los triples de Thomas movían los guarismos visitantes con fluidez, pero Simone Fontecchio respondía para los anfitriones, que además viajaban con asiduidad a la línea de tiros libres. Dos triples baskonistas, uno de Matt Costello sobre la bocina desde su campo, permitieron a los de Spahija cerrar los diez primeros minutos con un 22-18 a su favor y las cosas amagaron con ir a peor pues el segundo acto se abrió con la lesión de Rousselle en su muñeca izquierda en un choque fortuito con Álex Reyes.

Recuperó el equilibrio el Surne Bilbao Basket gracias a los buenos minutos de Inglis y Thomas llegando a empatar a 26 a 8:13 del descanso, pero la entrada en escena de Arturs Kurucs cambió el duelo. Dos triples seguidos del letón llevaron a Mumbrú a detener el partido con el 36-29. Un triple de Valentin Bigote parecía calmar las aguas, pero entonces aparecieron las pérdidas de balón y el exceso de blandura de algunos jugadores, sobre todo Gytis Masiulis, y el Baskonia se encontró en su ecosistema favorito, pudiendo galopar para descoser la retaguardia de su rival, incapaz de frenar la sangría. Wade Baldwin apareció, también Jayson Granger, los ataques de los 'hombres de negro' perdieron el orden y el 50-37 en el ecuador de la cita pintaba ya un panorama complicado.

DEMASIADOS CONTRATIEMPOS

En la reanudación, Baldwin amagó con romper la contienda, pero el conjunto vizcaino no estaba por la labor. Lideraron la resistencia Delgado, Inglis y, sobre todo, un Thomas tan entregado atrás como acertado ante el aro. Así, en el momento en el que Bigote aportó su acierto exterior, el 58-45 se convirtió en un interesante 61-56. El problema era que al fondo de armario de Mumbrú le resultaba muy difícil mantener la constancia necesaria para no perder el rebufo de su rival. El Baskonia volvió a estirar el marcador al término del tercer cuarto (71-63) y bastó con que Sedekerskis y Baldwin enchufaran dos triples y que el ataque bilbaino se secara para que el duelo se fuera a un 81-67 a cinco minutos del final que ya no tuvo vuelta atrás.

Siguió exprimiéndose hasta el límite el Bilbao Basket para remar hasta el 85-78 gracias a los triples de Reyes y Bigote, pero su tanque de combustible se quedó vacío y el Baskonia jugó los tres últimos minutos a placer. Mumbrú acabó el partido con Basterrechea, Chacón y Monge en pista y con la mente ya puesta en tratar de recuperar efectivos.