¿Qué sensaciones se viven en el vestuario después de arrancar la temporada con tres derrotas?—Tenemos un poco de tristeza, por decirlo de alguna manera. Nos duele bastante no haber ganado todavía. Hemos competido bastante bien dos partidos y en un tercero no estuvimos muy bien. Nos duele bastante porque los partidos de fuera de casa los pudimos haber ganado y no lo hicimos.

La imagen en Badalona y Tenerife fue buena, con el equipo compitiendo hasta el final ante rivales mejor armados. Pero la sensación en Miribilla ante el Zaragoza fue distinta.

—Es algo difícil de explicar, no hay una razón específica. Nosotros no hicimos un buen partido y ellos tuvieron un gran acierto. Eso te va minando poco a poco hasta que parece que no has estado ahí para jugar.

En el lado positivo, la confirmación de que el equipo puede competir ante conjuntos como el Joventut o el Tenerife.

—Sabemos que podemos ser competitivos. También fuimos capaces de ganar al Baskonia en pretemporada, poco antes de empezar la liga. Creo que hay que volver a recuperar las sensaciones de ese partido, principalmente lo bien que jugamos contra ellos en defensa, y que eso nos sirva para avanzar durante la temporada.

Álex Mumbrú, después de la derrota en casa: “Si nos falta deseo, corazón y lucha, no somos el equipo”.

—Estoy de acuerdo con él al 100%. Sabemos que la temporada pasada fue difícil y también sabemos que no somos un equipo de Euroliga o de Eurocup, por lo que no podemos fallar en esas facetas del juego. Eso ya ha quedado bien claro en el partido contra el Zaragoza.

Hay siete caras nuevas. ¿Hace falta tiempo para armar el equipo?

—Creo que hemos tenido tiempo. En pretemporada hemos jugado seis partidos, aunque si no me equivoco solo uno con toda la plantilla, pero contra el Baskonia se vio que el equipo estaba preparado para arrancar la liga. No podemos poner la excusa de las siete caras nuevas y de la adaptación. En los entrenamientos del día a día y en el tramo final de la pretemporada se ha visto un equipo bastante hecho y que ilusionaba bastante.

¿El mayor margen de mejora está en defensa o en ataque?

—Está todo relacionado. Te podría contestar de forma más específica si el equipo llevara más tiempo junto o si la temporada estuviera más avanzada. Pero en un conjunto como el nuestro creo que todo se puede mejorar, tanto en ataque como en defensa.

Llegó en verano a Bilbao. ¿Qué le hizo decidirse? ¿Qué espera que suponga este equipo en su carrera?

—Fue importante el interés que mostraron por mí. Me llamó Álex (Mumbrú), me explicó cómo iban a ser las cosas aquí y me dijo que yo iba a encajar muy bien. Luego hable con Marcelinho Huertas, que ya jugó aquí, y tras todo eso la decisión fue muy fácil de tomar. El club estaba interesado en tenerme y me gustaba el reto de hacer un curso mejor que el pasado.

¿Qué le parece la ciudad y su nuevo vestuario?

—Me encanta Bilbao. En mi etapa en el Baskonia ya venía bastante y conozco la ciudad. Mi familia está encantada aquí. El vestuario también es de diez. Hacía tiempo que no estaba en un vestuario tan bueno.

¿Qué es lo que le pide el entrenador?

—Lo que hago siempre. Defender, ser el combustible del equipo atrás y que el grupo juegue ordenado cuando yo esté en el campo. También que ayude en el vestuario a los jugadores jóvenes. Cosas que vengo haciendo durante toda mi carrera.

Comparte posición con Rousselle. A priori, se complementan bien.

—Creo que sí. En ataque, Jo es un poco más agresivo y le gusta buscar el aro aunque también es un gran pasador y yo me centro más en que el resto de los jugadores puedan tener más libertad. En defensa también tenemos características distintas. Él es más rápido y yo un poco más físico. Incluso podemos jugar juntos, como hemos hecho ya algunos minutos.

El domingo llega al Bilbao Arena el Barça. ¿Cómo se le puede hacer daño a un equipo tan potente?

—Sobre todo haciendo que se sientan incómodos. Contra estos equipos con plantillas tan largas y jugadores con tanto talento tienes que jugar duro. No te puedes distraer ningún minuto porque te pueden hacer parciales de 10-0 o 15-0. Hay que estar concentrados los cuarenta minutos tanto en ataque como en defensa.

¿Qué es lo que más le llama la atención del equipo azulgrana?

—Que son muy agresivos. Tienen una defensa muy agresiva que intenta robar balones y negar líneas de pase continuamente. Tiene grandísimos defensores y ahora han fichado a Nigel Hayes, que puede defender desde al base hasta al pívot. Esa es su principal virtud.

No será el partido más sencillo para lograrlo, pero a equipos como este Surne Bilbao Basket les conviene marcar territorio en casa.

—Por supuesto. Miribilla tiene que ser un fortín. Por eso nos ha dolido tanto lo ocurrido contra el Zaragoza, no haberlo ganado y ni siquiera haberlo competido hasta el final tal y como nos hubiera gustado. Espero que nos sirva de ejemplo de lo que no puede volver a pasar porque los partidos de casa van a valer mucho.

¿Se hace rara la vuelta del público?

—Sí, tanto para nosotros como para la afición. Los jugadores lo echábamos mucho en falta y ha sido todo un poco raro, diferente. A medida que vaya aumentando el aforo todo va a ser mejor para nosotros. Este año y medio ha sido horrible. Cuando juegas ante aficionados, te motivas hasta cuando están en contra. Jugar en pabellones de 10.000 personas y que hubiera solo 30 era muy triste. Sentías que no servía de nada estar allí.

Como rival, pero usted ya sabe cómo es este pabellón lleno.

—Por supuesto. Tengo muchas ganas de disfrutarlo con el público a favor. A ver si se confirma pronto lo del 80% de aforo, que ya es un gran número, y ojalá pronto lleguemos al 100%.

Parece que los equipos llamados a estar en la lucha por la salvación se han rearmado, que no hay ningún equipo identificable como claro candidato a descolgarse pronto.

—Estoy de acuerdo. Este año la liga va a estar muy cara por arriba y por abajo. Los equipos que suelen estar abajo se han reforzado muy bien, algo que se ha notado tanto en pretemporada como en el arranque de liga. Espero que no nos toque sufrir tanto, que una vez empecemos a ganar el equipo entienda lo que tiene que hacer y mantengamos un nivel alto durante buena parte de la campaña.

“No somos un equipo de Euroliga o Eurocup, no podemos fallar en aspectos como el deseo o la lucha”

“Mumbrú me pide que sea el combustible del equipo en defensa y que juguemos ordenados conmigo en pista”