L Bilbao Basket comprobó ayer lo que puede suponer jugar sin público en Miribilla, con ese factor que te eleva cuando el rival tiene más calidad y ayuda a equilibrar las cosas y que genera una presión sobre las decisiones de los árbitros, que saben que ahora no van a recibir la reprobación de miles de personas. Los hombres de negro solo estuvieron por delante en el 2-0 con una canasta de Zyskowski y nunca contaron con el impulso de la grada para generar confianza en su juego y superar los malos momentos, que se concentraron en los cuartos centrales.

El Iberostar Tenerife, mucho más rodado y con más ritmo, siempre tuvo muy claro lo que quería hacer. En defensa, colapsaron la zona para cortar los balones interiores a Ondrej Balvin, una tarea en la que sacrificó a Giorgios Bogris, apretaron mucho a los bases bilbainos y cedieron muchos tiros liberados, que el Bilbao Basket no acertó porque varios de sus jugadores aún están pidiendo permiso por jugar en la Liga Endesa y tienen que soltarse. En el otro lado, el conjunto de Txus Vidorreta explotó su mayor virtud: la asociación entre sus dos extraordinarios bases y sus cincos, sobre todo Shermadini. Con un bloqueo directo central que los de Álex Mumbrú no supieron cortar y mucho acierto de inicio de sus jugadores abiertos, los canarios construyeron a partir del segundo cuarto una ventaja importante que fue determinante porque su juego resultó siempre mucho más fluido, de hecho los tinerfeños acabaron con 22 asistencias.

El técnico del Bilbao Basket movió su banquillo en busca de todo tipo de soluciones como poner a los dos cincos juntos, a tres pequeños en una apuesta con mucho riesgo defensivo, a Zyskowski de cuatro algunos minutos, pero con malos porcentajes de tiro, tramos de escasa dureza y algunos jugadores con poca presencia era imposible avanzar, por más esfuerzo que hubo en el rebote. Da la impresión de que ahora mismo el equipo necesita una mayor presencia en cancha de Arnoldas Kulboka para generar esos espacios que necesitan Jonathan Rousselle y Jaylon Brown para ir al aro o Jaroslaw Zyskowski para jugar al poste. Los locales solo pudieron acercarse cuando el estadounidense, después de chocar infinidad de veces contra la defensa, anotó tres triples seguidos. En ese txanpa final, faltó esa ola que llega de las gradas y que empuja para superar los límites.

sacar de dentro

Total, que el Bilbao Basket deja claro que tiene un amplio margen de mejora y suma su segunda derrota ante un rival con una plantilla mucho más larga y de más calidad. Sergio Rodríguez y Emir Sulejmanovic, que la pasada temporada, estaban entre los diez hombres de la rotación principal del conjunto vizcaino son ahora piezas secundarias en Tenerife. Ahora toca visitar al Barcelona, una cancha de grato recuerdo, pero en la que caer no sería una sorpresa. Nada con lo que no se contara de antemano, sobre todo en las circunstancias en las que se están jugando las primeras jornadas. Mumbrú ya lo dijo antes de empezar el curso y lo repitió ayer. Su equipo tiene que adaptarse cuanto antes a lo que hay y buscar dentro ese plus que no le llega de fuera. Será difícil asistir a esos resultados que alimentan la euforia y hacen crecer la bola de la ilusión en el entorno, por lo que la fortaleza mental va a jugar un papel muy importante en esta incierta temporada.

Bilbao Basket

TD Systems Baskonia

Descansa: Acunsa GBC.