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Una tormenta pasajera

El Barcelona de Sito Alonso, construido desde una apuesta por el físico, cortó una racha de cinco derrotas y salvó su primera crisis importante de la temporada con la victoria ante el Olympiacos en la Euroliga

Una tormenta pasajeraEFE

NOS hemos quitado una mochila de encima”, dijo Pierre Oriola después de que el Barcelona ganara al Olympiacos en la Euroliga. Esa mochila eran las cinco derrotas consecutivas que habían desatado otro amago de tempestad en un club que venía de la peor temporada de su historia en la que se quedó sin ninguno de los títulos en juego y su imagen quedó muy erosionada. Ese triunfo ante los de El Pireo, en un Palau en el que se mezclaron el ambiente deportivo y el político, coloca a los azulgranas en un estado anímico diferente ante su visita a Miribilla donde han caído en cinco de sus últimas seis visitas. En una de ellas estaba en el banquillo bilbaino Sito Alonso, que ahora dirige la nave del Barça, cumpliendo con el camino que muchos vaticinaron cuando abandonó el Bilbao Basket.

El fracaso del curso anterior provocó cambios en todo el organigrama y, cómo no, una profunda remodelación en la plantilla. Pero aún quedan dos casos pendientes. Tyrese Rice, que llegó con vitola de estrella diferencial y dejó su huella individualista, sigue bajo contrato, pero no cuenta para nadie y se entrena con el filial. Y él no está muy preocupado, por lo que parece por su actividad en las redes sociales. Y a última hora, al Barcelona le ha surgido otro asunto que tendrá que resolver Nacho Rodríguez, el responsable de la sección. El juez declaró improcedente el despido de Joey Dorsey hace casi un año por lo que el pívot estadounidense deberá ser readmitido o indemnizado con un millón y medio de euros, salvo que el jugador encuentre otro destino, que podría ser el Panathinaikos de Xavi Pascual, que dejó un listón muy alto en su paso por el banquillo azulgrana.

Los fichajes de este verano han afrancesado y añadido presencia física a una plantilla que se estaba haciendo mayor. Además, se ha acabado con la dependencia de Juan Carlos Navarro y Ante Tomic, que ahora son dos piezas más, y el ataque va a fluir de otra manera de la mano de Thomas Heurtel, un talento incomprendido, pero cada año más maduro en la dirección. El discutido Phil Pressey, hijo de la leyenda de los Milwaukee Bucks Paul Pressey, está cumpliendo con lo que le pide el entrenador, que le considera clave para marcar la intensidad defensiva desde el puesto de base. Adam Hanga, fichado del Baskonia por 400.000 euros, Rakim Sanders, Adrien Moerman, ex del Bilbao Basket, y Kevin Seraphin, que descartó seguir en la NBA, añaden músculo y espaldas anchas para elevar el tono defensivo hasta donde le gusta a Sito Alonso, al límite del contacto y un poco más allá, si se puede. Los regresos tras sus complicadas lesiones de los internacionales Pau Ribas y Víctor Claver alargan la rotación con dos jugadores que no demandan protagonismo y la versatilidad y carácter de Oriola, uno de los jugadores que mejor se mueve sin balón en toda la Liga Endesa y por el que pagaron un millón de euros al Valencia Basket, añade variantes al juego interior.

UTOPÍA Con todos estos nombres, más los de Petteri Koponen y Sasha Vezenkov, que sobrevivieron a la criba del verano aunque el búlgaro ha sido de baja para la Liga Endesa momentáneamente, lo raro es que el Barcelona encadenara cinco derrotas en apenas diez días. Pero “las cosas no salen en dos semanas, ni en un mes, es una utopía”, manifestó tras el partido ante el Olympiacos Sito Alonso, que asume que en el club en el que está “la presión está cada día, cada partido” y cuya preocupación en esta serie de partidos desafortunados puede ser su equipo era que “los jugadores perdieran la fe en lo que queremos construir”.

“Si somos solidarios seremos mejores en defensa”, añadió para explicar que su equipo pasara de recibir 97 puntos ante el UCAM Murcia a 51 ante los griegos en un duelo que hizo amainar el temporal en el Palau. Aunque ya se sabe que la palabra crisis siempre está rondando al Barça, en cualquier época y con cualquier entrenador. Tras caer en la Liga Endesa ante el Estudiantes y el UCAM Murcia, se entendería mal en Can Barça que su equipo sumara otra derrota ante el Bilbao Basket. “Uno por uno son un equipo tremendo, aunque sentirán la presión porque las cosas les salgan bien”, comenta el técnico de los hombres de negro. La pasada temporada los vizcainos ganaron los dos partidos al Barça, pero no cabe pensar que eso vaya a ser habitual. Este nuevo Barcelona es una máquina pensada para ganar sus partidos por derribo. Solo falta conocer lo que tardará en lograr su pleno rendimiento.