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De clases particulares

El Bilbao Basket, en la cancha o a través del vídeo, trata de pulir el juego de sus tres pívots para alcanzar el deseado equilibrio en defensa y ataque

De clases particularesFoto: L. García/ACBPhoto

bilbao - Los pivots del Bilbao Basket tuvieron ayer sesión extra de vídeo en Miribilla, recibieron clases particulares. Al final de una semana en la que el equipo apenas ha podido invertir tiempo en pista, Mickell Gladness, Tim Kempton y Vasilije Vucetic pasaron un rato con Carles Duran y sus ayudantes para observar aquellos detalles de su juego que deben seguir puliendo. Mañana llegan una fuerza bruta como Kevin Seraphin o un estilista como Ante Tomic y cualquier información adicional debe ser bien recibida, sobre todo después de que el Lokomotiv Kuban hiciera aflorar el miércoles las carencias del juego interior de los hombres de negro. Ese día los tres cincos del Bilbao Basket tuvieron problemas de faltas. “Si las faltas son por querer defender bien, como si hacen cinco en cinco minutos”, dice Duran, para quien el verdadero problema es “cómo son las faltas porque a veces hacemos faltas de inexpertos”.

Eso de la inexperiencia no es algo que se vaya a solucionar en breve por lo que los jugadores tendrán que aprovechar al máximo las horas que haya para entrenar. Tampoco es algo que sorprenda el hecho de que los pívots del Bilbao Basket estén teniendo una escasa presencia en el juego ofensivo. Entre Gladness, Kempton y Vucetic promedian 10 puntos y 8 rebotes por partido, unos números al alcance de casi todos los pívots titulares de la competición. No es casualidad que el Bilbao Basket sea uno de los conjuntos de la Liga Endesa que menos lanzamientos realiza desde dentro de la zona. El primero ya vino sin herramientas para ser una referencia fiable en el poste bajo y los otros dos están pecando de blandos en los contactos porque la superioridad física que mostraban en sus equipos de procedencia no es tal en este elevado nivel competitivo.

Su crecimiento tiene que llegar en cuestiones que tienen que ver con el juego sin balón, en poner buenos bloqueos y leer bien los espacios para generar ventajas para ellos y para sus compañeros, que apenas les suministran balones ni siquiera en situaciones muy claras, como ocurrió en algunas jugadas del partido ante el Lokomotiv. Como no existe esa amenaza en el juego de espaldas que atraiga la atención y provoque ayudas largas de los defensores, salvo cuando se acude al recurso de Mumbrú, la consecuencia es que el Bilbao Basket utiliza muy poco las esquinas, uno de las zonas de la cancha que son claves en el baloncesto. Los de Duran generan la mayor parte de su juego por encima de la línea de tiros libres y eso redunda en limitar los espacios y en obligar a realizar tiros más forzados.

defensa colectiva Por tanto, las clases particulares, los entrenamientos específicos para los pívots, se antojan importantes para que el Bilbao Basket pueda elevar su nivel de juego y ser menos previsible. Estos son los jugadores por los que ha apostado el club y ahora se trata de sacarles el máximo rendimiento. “Gladness tiene unas características y Kempton y Vucetic tienen otras”, comenta Duran. Ahora se trata de complementarlas, mejorarlas si es posible y que el equipo acabe creyendo en ellos para encontrar el equilibrio que los más puristas echan en falta en el juego de los hombres de negro. Pero también sería necesario que los demás entendieran que la defensa es responsabilidad de todos y los tres cincos no pueden recoger a todo el que llega suelto desde el perímetro y encima proteger su parcela. Porque en las dos últimas jornadas de la Eurocup han sido MVP dos jugadores exteriores que se han medido al Bilbao Basket, que sabe dónde tiene que mejorar, pero no encuentra las horas para ello.