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Una prueba de calidad

el bilbao basket explota su acierto desde el perímetro para vencer a un guaros de lara que exigió mucho

Una prueba de calidadÓscar González

Bilbao Basket91

Guaros de Lara86

DOMINION BILBAO BASKET: Bamforth (22), Tabu (8), Mumbrú (17), Hervelle (15), Eric (12) -cinco inicial- Borg (2), Lapornik (2), Salgado (0), Todorovic (3), Vucetic (0), Nikolic (9).

GUAROS DE LARA: Echenique (7), James (6), Bethelmy (5), Guillent (0), Graham (21) -cinco inicial- Graterol (2), Sifontes (0), Martínez (3), Cvetkovic (11), Jefferson (21), Colmenares (10).

Parciales: 20-12, 42-40 (descanso), 67-56 y 91-86.

Árbitros: Sacristán, Sánchez Mohedas y Manuel. Eliminaron a Bethelmy.

Incidencias: Unos 4.000 espectadores en el Bilbao Arena. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Gabi Gangoiti.

bilbao - El Dominion Bilbao Basket encontró un amistoso inmejorable, de mucha calidad, para cerrar la pretemporada. Y es que el encuentro ante el Guaros de Lara no pareció un amistoso porque los jugadores no hicieron concesiones y abundaron los choques, los contactos y el listón físico fue muy elevado. Las balas parecieron de verdad y los hombres de negro lo agradecieron porque les obligó a mostrar sus virtudes y sus defectos actuales y también a emplearse a fondo para sumar una victoria que no estuvo clara hasta el final.

Entre las primeras estuvo el acierto en el tiro exterior, baza a la que se agarró el Bilbao Basket para pegar tirones al marcador que marcaron la diferencia con los venezolanos. 16 de 33 triples, casi un 50%, facturaron los jugadores de Carles Duran. Bamforth, Mumbrú y Hervelle fueron el trío destacado del partido y entre los tres cargaron con el peso en el ataque y anotaron 13 triples para desatascar muchos ataques trabados. Entre las cuestiones a mejorar, están ciertos automatismos que dependen de pasar más tiempo juntos y el rebote. La ausencia de Ivan Buva limitó el juego interior del Bilbao Basket ante un rival con muchos kilos en la zona que percutió y obligó a grandes esfuerzos a los locales para proteger su aro.

El Bilbao Basket no pudo correr como le gustaría, no anotó en contraataque, pero acabó con 91 puntos en su marcador, lo que supone un apunte esperanzador ya que habla de un equipo que tiene talento y que ve fácil la canasta. Defensivamente, puede tener más problemas, sobre todo hasta que algunos jugadores entiendan lo que se espera, cuáles son las herramientas a utilizar y, sobre todo, mejore la comunicación entre todos. Dos parciales negativos, que coincidieron con la presencia en cancha de eso que se llama segunda unidad, señalaron esta necesidad de crecer como colectivo.

Un 0-11 en el segundo cuarto contuvo la primera ventaja clara del Bilbao Basket (26-18) justo después de un triple de Todorovic. El campeón de la Copa Intercontinental no se dejó llevar y activó a Devon Jefferson, un pívot con experiencia en Europa, para acompañar a Graham, recuperar el paso antes del descanso y demostrar que no habían llegado a Miribilla para hacer amigos.

marcar los roles Duran movió su banquillo para señalar los roles que, en teoría, serán habituales durante la campaña y empezar a funcionar a partir de ahí. Los jefes siguen siendo Mumbrú y Hervelle y, además de corregir y animar a sus compañeros más noveles, entre ambos condujeron un parcial de 13-2 que llevó la ventaja del Bilbao Basket por encima de los diez puntos (63-52) en el tercer cuarto. Hasta entonces, por hablar de los recién llegados que debutaron ayer con el equipo, Jonatahn Tabu se había mostrado consistente en la dirección gracias a sus muchas horas de vuelo, Miha Lapornik había pasado desapercibido en ataque y Danilo Nikolic, al contrario, había querido ser protagonista, pero los nervios le llevaron a la precipitación y al fallo, aunque se le vio siempre dispuesto a participar. Para Tobias Borg, en su tercera campaña en Bilbao, todo va a ser nuevo, desde las normas a cumplir al papel que le espera. Ayer el sueco estuvo tímido, como tratando de asimilar demasiadas cosas en poco tiempo.

Cinco puntos de Bamforth, que arma el brazo con suma facilidad, dieron a los hombres de negro su máxima ventaja al inicio del último cuarto (72-58). Pero los Guaros de Lara decidieron otra vuelta de tuerca a su defensa, su técnico Iván Déniz puso un quinteto grande y atípico y en cuatro minutos se anotó un parcial de 0-13 que les metió de lleno en el partido. Colmenares hizo daño jugando de fuera hacia dentro en el cuatro y todo eso creó muchas dudas a los bilbainos en un tramo en el que faltó una referencia clara a la que acudir.

Con 76-73, el técnico del Bilbao Basket decidió recomponer su quinteto titular. Ese igualado tramo final fue también otro regalo que dejó el partido porque sirvió para confirmar la fiabilidad de Bamforth cuando el balón. También surgió Micheal Eric para anotar cuatro puntos claves que le sirvieron para borrar algunos fallos anteriores por falta de toque.

Con el partido en un puño, la defensa vizcaina provocó un par de pérdidas al Guaros de Lara, que jugaba sin base por la lesión de Heisler Guillent, y así se pudo llegar sin agobios al carrusel de tiros libres. El Bilbao Basket regaló a su púbico un triunfo que confirma las buenas sensaciones que ha dejado la pretemporada, por más que su desarrollo haya sido lo contrario a ideal. Desde hoy mismo, se jugará ya con fuego real, pero da la impresión de que el conjunto bilbaino tiene una plantilla larga y en la que nadie quiere quedarse atrás en cuanto a esfuerzo. Poner todo en orden es cuestión de tiempo.