JOHANN Wolfgang Goethe, escritor y dramaturgo alemán, dejó escrito que "la locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma". Por ahí van los tiros. El diccionario de la RAE también acierta cuando separa cuatro definiciones distintas: privación del juicio o del uso de la razón, acción inconsiderada o gran desacierto, acción que por su carácter anómalo causa sorpresa o exaltación del ánimo o de los ánimos producida por algún afecto u otro incentivo. Esa última es la buena, la que se ajusta como anillo al dedo a Aaron Jackson y Kostas Vasileiadis, los autodenominados loco brothers del Bizkaia Bilbao Basket. Bendita locura la suya, que se convierte en efervescencia cuando de celebrar éxitos e interactuar con el público se trata y muta a cordura en el momento en el que toca ponerse el mono de faena. "Hay que saber diferenciar los momentos", desgrana el hiperactivo y gesticulante francotirador griego, el hombre de hielo desde la línea de tiros libres cuando la tensión de los partidos se corta con cuchillo. "Sabemos cuando toca risas y cuando toca basket", añade el timón estadounidense, el nombre propio de estas eliminatorias por el título.
Aaron y Kostas son almas gemelas, jugadores que entienden el baloncesto de forma parecida tanto en lo referente al juego (eléctricos, verticales, intensos...) como en todo lo que le rodea. Efusivos con los aficionados, gesticulantes con sus compañeros... dos tipos que divierten y se divierten. Era inevitable que acabaran formando una sociedad ilimitada, un clan autodenominado loco brothers. "Kostas está mucho más loco de lo que se ve en cancha. Incluso en el autobús o en el avión está todo el día haciendo locuras. Que nadie se confunda, es un tipo muy inteligente que lee muchísimo, pero le encanta hacer risas y divertirse. Es una de las claves del secreto de este vestuario y uno de mis mejores amigos en este equipo. Estoy contento de que los dos estemos juntos en Bilbao y podamos crecer juntos. Eso sí, él está mucho más loco que yo. Créeme. No para", asegura Jackson, al que Vasileiadis responde con rapidez. "Antes que nada, Aaron es mi loco brother y, después, uno de los dos mejores bases de la ACB. Es muy rápido, conoce muy bien el juego y solo tiene 24 años. Estoy seguro de que va a conseguir grandes cosas tanto en el Bilbao Basket como en cualquier otro gran club europeo si algún día se marcha de aquí. Como persona es muy normal, muy divertido, siempre de buen humor, haciendo bromas. Nunca le he visto enfadarse con nadie del equipo por fallos o nada parecido, algo que es muy importante porque él es el cerebro de este grupo y el resto tenemos que hacer lo que el nos diga. Es muy estable".
Tanto el estadounidense como el griego han dotado al Bizkaia BB de un punto de picardía que ha ayudado a que el grupo alcance éxitos sin precedentes. Su estilo de juego y sus gestos alientan a un Bilbao Arena en el que ya ha germinado el efecto Miribilla y su alegría vital y ganas de broma han calado muy hondo en el vestuario, hasta el punto de que ambos creen que hay serios aspirantes para entrar a formar parte de los loco brothers. "Janis (Blums) y Marko (Banic) tendrían sitio en nuestro club, de eso no tengo dudas. Todos podrían formar parte. Nos divertimos mucho juntos, aunque reconozco que los que más locuras hacemos somos Aaron, Janis y yo. Lo mejor de esto es que formamos una gran familia, que ganamos y, además, la afición se divierte", apunta el heleno. El base de Hartford es menos políticamente correcto y se fija en Bélgica a la hora de señalar a su candidato. "Estoy de acuerdo con que Janis sería un gran loco brother, cumple todos los requisitos, pero yo me decantaría por Axel. Creo que debería ser como Dennis Rodman, llegar a los entrenamientos montado en una moto de gran cilindrada, con cada mitad de su cabeza teñida de un color distinto, con muchos piercings... Tiene todas las características del loco, del bad boy, del tipo duro que es un culo de mal asiento, pero en lugar de exteriorizarlo con el público lo utiliza en la pista, en su juego", afirma. ¿Y qué compañero lo tendría más difícil para entrar en esta peculiar hermandad? Jackson tampoco esquiva esta pregunta. "Chris (Warren), sin duda. Siempre está calmado. Yo le suelo decir que parece un señor mayor. Se centra en el juego y no se preocupa de nada más. ¿Mavro? En absoluto. Hay mañanas en el vestuario en las que habla más que nadie. Empieza y no le puedes parar", asegura entre risas.
Celebración y orgullo Ambos hombres de negro tienen aún fresca en sus retinas la noche del pasado jueves, en la que el Bizkaia BB certificó su pase a la final, pues fueron piezas centrales de una celebración histórica en la que ambos lucieron camisetas rojiblancas, Kostas la de Toquero y Aaron la de Ocio. "Fue una locura. Sí, ya sé que Toquero es fan del Baskonia, le conozco. Así y todo me gusta porque es un deportista que juega duro, que pone todo su corazón en lo que hace. Además, me mandó un mensaje después del partido para agradecerme que llevara su camiseta en la celebración y me deseó buena suerte para la final. Me llevé un alegrón", destaca el griego, cuyos recuerdos caminan por la misma senda que los del yankee. "Nuestra aparición con las camisetas rojiblancas fue realmente divertida. Kostas y yo solemos ver los partidos del Athletic, hemos ido un par de veces al campo y nos hemos convertido en hinchas. Nosotros también representamos a Bilbao y queremos que la gente esté orgullosa".
De hecho, los dos pupilos de Fotis Katsikaris reconocen que el ambiente baloncestístico ha crecido exponencialmente en la ciudad estas última semanas, algo con lo que están disfrutando. "Es increíble cómo ha cambiado la atmósfera bilbaina durante estos últimos partidos del play-off. A veces hasta se me hace complicado caminar por la calle porque todo el mundo me reconoce y me para para darme las gracias, para dar ánimos al equipo. Ahora sé lo que siente un jugador del Athletic en esta ciudad y es algo que me encanta. Es algo que nos da coraje y fuerza para seguir adelante. Me encanta que nuestra afición esté disfrutando tanto", afirma, maravillado, el de Hartford. Vasileiadis asiente y desarrolla esta idea. "El Bilbao Arena está loco con nosotros, todos están en estado de excitación con los hombres de negro. Parecemos el Athletic. Voy por la calle y todo el mundo me anima y me pide que gane la final, me recuerda lo cerca que estamos de hacer historia. Esto es algo muy bueno porque estamos consiguiendo que el club se vaya haciendo más grande. La respuesta de la afición ha sido excelente, su apoyo es fundamental para nosotros, y quiero que tengan claro que vamos a dar todo lo que tenemos para llegar lo más lejos posible, para llegar al quinto partido, para ganar el título... Jugamos por ellos, por nosotros, por todo Bilbao".
Así lo han hecho hasta ahora, alcanzando junto a sus compañeros cotas hasta el momento desconocidas para el baloncesto vizcaino, un hito que ni los más optimistas tenían en mente... Bueno, sí que había uno. "Me siento como si estuviera en un sueño, pero yo siempre creí que tendríamos una oportunidad de llegar hasta aquí", recuerda Jackson. "Sé cuánto hemos trabajado todos juntos, cuánto hemos crecido como equipo en estas eliminatorias por el título, dando además el paso al frente en el momento más adecuado. Siempre hemos sido conscientes de la calidad que teníamos y sabíamos que si mejorábamos ciertos aspectos de nuestro juego podíamos llegar muy lejos. Los mimbres los teníamos, solo nos faltaba crecer. Si alguien nos hubiese colocado aquí hace un mes le habríamos mirado con cierta extrañeza, pero aquí estamos, a un paso del título, jugando la final. Y hemos llegado aquí porque el camino lo hemos recorrido todos juntos", añade, esbozando un argumento con el que coincide su loco brother. "No estamos aquí por casualidad, sino porque hemos trabajado muy duro durante todo el año, porque siempre hemos actuado como un equipo, como una familia, y eso es muy importante. Sabemos que el Barcelona está un peldaño por encima nuestro, que es el mejor equipo de la ACB y uno de los mejores de Europa. Tendremos que hacer muchas cosas bien para ganar. Debemos divertirnos en estos partidos, salir sin presión, ya que con presión no jugamos bien, y jugar al ritmo que impone este cabrón (por Jackson), que cuando coge la bola y empieza a correr no hay nadie que pueda cogerle.".
Guerreros y gigantes Ante la histórica cita que arranca mañana, Jackson ya tiene preparada para el Twitter una de sus citas preferidas: When warriors dream, giants fall (cuando los guerreros sueñan, los gigantes caen). "Ahora lucharemos contra el gigante más grande. Es lo que nos gusta a los guerreros, medirnos a los más poderosos para convertirnos en gigantes. Eso va mucho con este equipo, con nuestra personalidad. Yo soy un guerrero y quiero luchar contra el gigante más grande. Bilbao está ahora soñando con este equipo y ocurra lo que ocurra, si lo damos todo y jugamos como equipo, estará orgullosa de nosotros y seguiremos siendo sus guerreros".