PARTIDO rudo, bronco, de contacto físico, de dos equipos dispuestos a desfondarse, intensos, imprimiendo ritmo, a la carrera, sin respiros, sin concesiones, sin compromisos, con abundancia de juego aéreo, de faltas, táctico, milimétrico, sin espacios, disputado sobre un campo de hierba de fútbol once que parecía de parqué y fútbol sala... Una guerra propuesta por el Athletic y por el Valencia para el encuentro de ida de las semifinales de la Copa; por Marcelino García Toral y José Bordalás. Mucho en juego. El tipo de escenario donde la veteranía es un grado, donde Raúl García, curtido en mil batallas y engalonado, cuenta con ventaja porque el guerrero de Zizur Mayor, a sus 35 años, se transforma en estandarte con ese ímpetu que son dosis motivacionales para los compañeros. Una suerte de mariscal que cabalga al frente de la tropa, como punta de lanza.

Marcelino juntó a Raúl García con Iñaki Williams del conjunto bilbaino. El estado de gracia de Oihan Sancet podía sembrar dudas sobre la alineación inicial. El técnico asturiano se decantó por la velocidad de Williams y la veteranía de Raúl García. Sería un encuentro complicado para ellos, porque el Athletic no consiguió elaborar juego ante un Valencia plantado con un bloque medio y dispuesto a jugar el menor número de minutos posibles. Los leones se vieron maniatados. A medida que avanzaba el crono se incrementaron las interrupciones. Muy arisco todo. Se antojaba imposible trenzar una jugada. “Es muy difícil jugar cuando solo quiere proponer un equipo”, expresaría a la postre el atacante navarro.

Raúl García tuvo que apelar al apartado físico para entrar en acción. Su capacidad para batirse en el cuerpo a cuerpo y sus dotes cabeceadoras salieron a relucir. El delantero navarro buscaba las peinadas y los controles forzados, acciones que protagonizaba de espaldas a la portería rival.

Raúl realizó el primer disparo del partido para el Athletic. Posteriormente José Luis Gayà le arrebató un balón cuando se disponía a fusilar a Giorgi Mamardashvili. Su peso en la faceta ofensiva se hacía notar ante un bloque caracterizado por su fortaleza física, como se pudo contemplar en San Mamés. El Valencia de Bordalás tiene músculo.

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Pero en el fútbol, como en la vida misma, la veteranía es un grado. Por eso, además de por su corpulencia y olfato goleador, Marcelino escogió al de Zizur Mayor, que correspondió conjugando sus virtudes para adelantar al Athletic en el marcador. Raúl aprovechó un saque a balón parado y el marcaje del jugador más novato del cuadro che. A Ilaix Moriba, 19 años y 26 partidos en la élite -entre Barcelona, Leipzig y Valencia y contando todas las competiciones-, le tocó bailar con Raúl en la complicada tarea de detener al mocetón navarro, con 731 disputas a sus espaldas. Raúl ganó la posición y remató de cabeza a bocajarro un centro de Iker Muniain. Por si acaso, aseguró el remate picando el balón ante el portero georgiano. Minuto 36, estallaba San Mamés.

Raúl García ampliaba así su cuenta goleadora contra el Valencia, el equipo al que más tantos ha anotado en su carrera, diez. El siguiente es el Celta, ocho. Según recuerda Adurizpedia

En esa dinámica de aspereza en La Catedral, Raúl realizó una peinada que a punto estuvo de dejar solo a Williams ante Mamardashvili. Mouctar Diakhaby fue salvador. Tras el descanso solo empeoró el contexto, aún más tosco. Nada más dispararse la segunda mitad Raúl se lució con un taconazo para lanzar a Yuri Berchiche por el carril izquierdo. Además de cobrar faltas a los jugadores del Valencia, poco más hubo de Raúl, que fue sustituido en el minuto 67 por Sancet, otro que apenas pudo conectar con un balón ventajoso.

La temperatura siguió elevándose. Choques, encontronazos, protestas... El duelo se embocó hacia una fase de refriegas que fueron agotando minutos con la sensación de que el partido se esfumaba a balón parado, con jugadores tendidos sobre el césped como si fueran los cadáveres que deja atrás una batalla en la que Raúl García resultó crucial para trasladar la esperanza athleticzale a Mestalla, donde aguarda el final de una guerra.

parte médico

De Marcos, positivo en covid

Contagiado por segunda vez. Óscar de Marcos dio positivo por covid-19 en la prueba de antígenos realizada por el Athletic, que informó de que el jugador se encontraba “en buen estado de salud y cumpliendo el protocolo sanitario de aislamiento en su domicilio”. De este modo, el lateral derecho, que apuntaba a la titularidad, causó baja para el duelo de ida de las semifinales de Copa, y en su lugar jugó Iñigo Lekue. El futbolista de Laguardia es la segunda vez que da positivo por coronavirus después de que contrajera la enfermedad en noviembre de 2020, cuando el equipo vivió una oleada de casos. Entonces fue el noveno jugador contagiado. Por de pronto, De Marcos se perderá también el partido del próximo lunes frente al Mallorca.