El Athletic lamentará la ocasión perdida ante el Levante. Porque más allá de los tres puntos, de adelantar al rival en la clasificación de LaLiga Santander y de aproximar los puestos europeos, el envite también permitía ganar una inyección anímica de cara al duelo de Copa del jueves, donde ambos equipos volverán a verse con el pase a la final en juego tras el 1-1 firmado en San Mamés. En el Ciutat de València también se firmó un empate uno. Solo los penaltis permitieron alterar el marcador. Primero anotó Roger (Min. 34) y después igualó Raúl García (Min. 56). El partido terminó con los dos técnicos realizando cambios pensando en la próxima cita.

Los leones saltaron al terreno de juego mejor plantados, pero no rentabilizaron la puesta en escena. Muniain tuvo dos oportunidades claras de gol y en ambas resultó crucial el guardameta Aitor Fernández. En una de ellas, el portero criado en Lezama tocó el balón lo justo para que el capitán del Athletic se quedase a un palmo de embocar; en la otra, el portero desvió el esférico, que terminó estrellándose en el palo. En 10 minutos el Athletic dejó en el retrovisor las dos ocasiones más claras de todo el partido.

Tras apaciguarse el temporal, el Levante se creció, pero sin llegar a trasladar peligro al área de Unai Simón. Seguía siendo el conjunto bilbaino el que alcanzaba zonas comprometedoras para los levantinistas, pero la falta de puntería se fue acumulando para minar la moral de la parroquia. El juego interior escaseó por parte de ambos bandos, que se incomodaron con presiones efectivas. El partido tuvo un ritmo elevado. La premisa era protegerse. De este modo, la tropa de Marcelino construyó el peligro desde las bandas, con multitud de centros, pero la gran mayoría de ellos sin precisión. Williams y Raúl García apenas pudieron conectar con balones ventajosos.

La propuesta del Athletic se hizo más evidente con el transcurso de los minutos. Ante la imposibilidad de llevar la pelota desde los centrocampistas hasta los delanteros, los defensas -y en especial Iñigo Martínez- vieron en los balones largos una solución. Se dibujaron numerosas diagonales que en los primeros minutos hicieron daño al Levante.

El Athletic pagó demasiado caro un mal pase de Unai Vencedor. El centrocampista quiso jugar con un compañero trazando un balón horizontal en el centro del campo que cortó el Levante para armar el ataque. Roger enfiló el área y una vez dentro, Nuñez se lanzó al suelo para cruzarse en la línea del balón e impactó con la bota del delantero local. Roger fue el encargado de anotar desde los once metros.

El Levante se echó para atrás y los desplazamientos diagonales con los que los leones crearon peligro desaparecieron ante la falta de espacios. El Athletic, que había dañado a los de Paco López con balones a la espalda de los defensas, se estrelló con una defensa compacta, sin fisuras ni concesiones. Solo un penalti sobre Berenguer permitió al plantel bilbaino perforar la meta del genial Aitor Fernández. Fue una acción controvertida, que requirió de revisión del VAR durante un lapso prolongado. El colegiado Díaz de Mera concedió el lanzamiento y Raúl sacó rédito con el gol, con un disparo raso y ajustado al palo derecho del guardameta.

A medida que avanzó el partido los técnicos fijaron sus miradas en la próxima cita, la del jueves, donde los dos conjuntos volverán a verse las caras con el billete de la final de Copa en juego. Marcelino, en su once inicial, presentó cinco novedades: introdujo a Capa, Nuñez y Balenziaga, además de a Vencedor y Vesga. En el caso de estos dos últimos era de esperar, puesto que Dani García y Unai López, que comparecieron en el partido anterior contra el Villarreal, estaban sancionados por acumulación de tarjetas. Y durante el partido, el técnico asturiano agotó sus cinco cambios. Dio entrada a Lekue, Zarraga, Morcillo, Villalibre y De Marcos y retiró del campo a Vencedor, Balenziaga, Berenguer, Williams y Muniain. Cambios que no se habían dado en citas anteriores, tanto en número como en alguno de los nombres, y que dejaron ver las intenciones de Marcelino para el duelo copero.

Los últimos compases del partido fueron mejor llevados por el Levante, que amenazó al área de Simón. Aunque sin alardes, porque la premisa siguió siendo desprotegerse poquito o nada. El Athletic, mientras, siguió bombardeando con centros ineficaces, al igual que sucedió con los saques de esquina, suerte en la que dispuso de una decena de oportunidades malgastadas.

A buen seguro que el conjunto bilbaino lamentará esta oportunidad desaprovechada, porque fue más dominador y generó una mayor cantidad de oportunidades para marcar. Pero la falta de precisión fue un mal que no se supo aplacar. El jueves, como dijo Marcelino, será otra historia en la que nada de lo sucedido en este duelo liguero tendrá incidencia. Al menos, eso considera el entrenador asturiano. Está por verse.

Tarjeta roja para Iñigo Martínez

El Athletic informó al término del partido de que Iñigo Martínez vio la tarjeta roja. "Con el partido finalizado, y tras consultar el VAR, el árbitro ha mostrado tarjeta roja a Iñigo Martínez por un lance de juego con Sergio León", comunicó el club bilbaino. En el acta del colegiado, se detalló lo siguiente: "Una vez finalizado el encuentro y estando todavía en el terreno de juego, golpeó con su mano en la cara a un adversario con uso de fuerza excesiva". Ahora el asunto queda pendiente de la decisión del Comité de Competición, porque el central podría perderse el partido de Copa del jueves si se considera una agresión y el futbolista es sancionado con entre cuatro y doce partidos. Si es una conducta violenta, y recibe una pena de entre uno y tres, podrá jugar, porque la pena no se aplicaría al torneo copero.