El Athletic rompió el pronóstico. La Supercopa no tendrá la final soñada por la organización y los patrocinadores. En La Cartuja, se verán las caras rojiblancos y azulgranas por el título que los primeros conquistaron en 2015 a costa del conjunto culé. El triunfo estuvo aderezado de todos los ingredientes que se le presuponen a una cita de esta altura. Hubo dos períodos casi opuestos, con un Athletic que sorprendió con una puesta en escena apabullante rentabilizada con dos goles, y luego, un Madrid que apretó el acelerador y acarició la igualada en una última media hora angustiosa, con la tropa de Marcelino acusando el esfuerzo y aguantando tripa arriba las acometidas. Resistió el Athletic, que celebró con júbilo un éxito, aún parcial pero que le viene de perlas tras meses complicados y los acontecimientos vividos en el arranque del 2021.

El domingo peleará por un título, meta que no figuraba en muchos cálculos, pues el contexto invitaba a atenuar cualquier expectativa. Sin embargo, el fútbol suele brindar este tipo de oportunidades, ventanas a través de las cuales redimirse o rehacerse, quizá cuando menor es la confianza en una reacción como la que implica evitar que el Madrid esté en una de las fechas cumbre de la temporada. Lo cierto es que gracias al empeño invertido, a lo largo de casi cien minutos muy exigentes el equipo transitó de la depresión y las dudas, más que razonables siendo un embrión de proyecto, a un estadio distinto, idóneo para la autoafirmación y el optimismo.

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Las mejores imágenes del Real Madrid-Athletic

Se intuía que Marcelino tocaría poco el once, que incluía a Balenziaga por la lesión de Yuri. Optó por no arriesgar con Yeray y apostó por el oficio al repetir con De Marcos y Raúl García, además de situar en el eje a Dani García, para favorecer que Vencedor se centrase en la salida del juego. Zidane alineó lo mejor que tiene, pero acumuló motivos para la decepción: hasta el descanso, el Madrid se vio superado en todas las facetas del juego. El Athletic rozó la perfección en el primer acto. Plasmó todo aquello que se teoriza cuando toca enfrentarse a uno de los grandes. Serio en la contención, a partir de una agresividad muy superior a la observada en las filas rivales, no concedió prácticamente nada.

Fue significativa la nula aportación de los puntas de Zidane, en especial del siempre indetectable Benzema. Y ese rigor sin balón lo combinó con filo en ataque, una presencia constante en posiciones ofensivas y el premio en forma de dos goles.

Pero la clave estribó en la elección táctica. Con su discurso, Marcelino hizo creer que el equipo adoptaría un perfil más conservador, en esa idea de resguardarse en terreno propio con la intención de percutir a base de transiciones rápidas, lo que vulgarmente se conoce por jugar al contragolpe. Y qué va. El Athletic saltó a desplegar un manual muy diferente, nada que ver con el usado ante el Barcelona, aunque en absoluto novedoso. Ha sido habitual en los últimos tiempos que se decantase por ejercer una presión muy alta, lo mismo ante el Madrid que el Barcelona. Una propuesta que anoche llevó a cabo con enorme eficacia, desfigurando al conjunto blanco.

En este sentido, viendo anoche al Athletic, más de uno se acordaría por ejemplo de lo ocurrido hace un mes en Valdebebas. La gran diferencia radicó en que entonces hubo que apechugar con una inferioridad numérica casi de principio a fin por expulsión de Raúl García, quien en esta oportunidad no se limitó a aguantar en el partido sino que se erigió en el estilete de los suyos, anotando ambos goles y ofreciendo múltiples soluciones a los compañeros. En realidad, todos estuvieron acertados, desde un Balenziaga que tapó su costado y se impulsó con decisión hacia el área rival, pasando por los centrales, impecables, y Dani García, con una lectura siempre inteligente en el círculo central y sirviendo un par de pases profundos, como el que dio lugar al primer tanto. Cortó un pase de Lucas, un amigo, y sirvió para que el navarro rubricase con un remate raso cruzado.

Pese al marcador, siguió sin haber noticias del Madrid, agobiado por el empuje y decisión de Athletic, que evitó ceder metros. Le fue bien así. Fruto de dicha disposición, Iñigo, que había subido en un córner, fue derribado por Lucas y, de penalti, Raúl García estableció una ventaja que ilustraba con fidelidad lo que pasaba. Solo había un equipo, con recursos y tremenda concentración. Como era previsible, el panorama fue cambiando en la reanudación. Muniain pudo liquidar el asunto antes de la hora a centro perfecto de De Marcos, aunque el Athletic ya no tuvo la entereza suficiente para prolongar su plan.

Poco a poco reculó y Asensio sacó a relucir su cañón. Fueron tres intentos, dos repelidos por la madera. La única vía que halló el Madrid para hacer daño, pero los síntomas de cansancio empezaron a aflorar mientras Kroos y Casemiro empujaban a los suyos. Fruto de esta dinámica llegó el gol de Benzema, anulado en primera instancia pero validado por el VAR. Previamente, Marcelino ya había metido tres hombres de refresco y aún haría dos cambios más, sin esperar en exceso porque la cosa se complicó. El último relevo, Villalibre, volvió a disponer del balón ideal para sentenciar. Courtois sacó una mano prodigiosa y continuó el asedio.

Gol anulado a Benzema, por fuera de juego, y Ramos de ariete junto a Mariano para forzar el empate. Minutos interminables, lentos, con las reservas encendidas en ambos bandos, pero el Madrid insistiendo a la desesperada. Todavía tuvo Williams una ocasión nítida, pero se durmió ante Casemiro. Ya en tiempo añadido, no faltó la broma pesada del VAR, revisando una supuesta mano de Vesga que no existió. En fin, sin sufrimiento no hay cielo.

REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez, Varane (Min. 46, Nacho), Sergio Ramos, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric (Min. 67, Valverde); Marco Asensio, Hazard (Min. 67, Vinicius), Benzema (Min. 88, Mariano).ATHLETIC: Unai Simón; Capa (Min. 68, Lekue), Unai Nuñez, Iñigo Martínez, Balenziaga (Min. 79, Morcillo); De Marcos, Dani García, Vencedor (Min. 68, Vesga), Muniain (Min. 71, Berenguer); Raúl García (Min. 79, Villalibre), Williams.

Goles: 0-1: Min. 18; Raúl García. 0-2: Min. 38; Raúl García de penalti. 1-2: Min. 75; Benzema.

Árbitro: Martínez Munuera (Colegio Valenciano). Amonestó a Lucas Vázquez (Min. 37) y Kroos (Min. 83) por el Real Madrid; y a Capa (Min. 56), Dani García (Min. 84) y Simón (Min. 88) por el Athletic.

Incidencias: Segunda semifinal de la Supercopa disputada en el estadio de La Rosaleda a puerta cerrada.