Puede que estar fuera de San Mamés desde hace muchos meses nos haya alejado de ese calor pasional para un equipo que anda sin un rumbo muy definido. Y puede ser por ello que vivamos el fútbol un poco más alejado de aquella maravillosa rutina de ir la Catedral cada quince días.

Ambiente frío y equipo congelado, y mucho enfado entre el hincha rojiblanco. Es la actitud de los jugadores la que nos está llevando a niveles de irritación insotenible, pero qué pasa?, que nunca antes hemos vivido situaciones parecidas?, o es que por primera vez en la historia estamos juzgando a la plantilla rojiblanca por sus nóminas. Y es que claro, nunca jamás, ni en épocas de grandes contratos a los últimos leones, Guerrero o Etxeberria, había suscitado el tema económico tanta animadversión por parte del aficionado.

Por fin, la exigencia en los emolumentos de algunos jugadores de la plantilla actual se ha visto equiparada a la de los aficionados que sólo exigen rentabilidad y acierto más o menos continuado a la remuneración exigida, que menos no?