ON las 12.30 horas y en Mamariga suena el himno de España a todo trapo. Parece la versión corta. La citada composición musical, poco común por estos lares, sorprende a muchos de los vecinos con el pie cambiado. Locuras del confinamiento, pensaría alguno. Acto seguido, los pitos se suceden. Y los abucheo. Como si Felipe VI estuviese en el palco de La Cartuja. De menuda se ha librado el monarca, porque la protesta en las gradas del estadio sevillano habría sido importante, de las que no gustan a la caverna. Con igual de decibelios, llegaron entonces los cánticos a favor del Athletic procedentes de decenas de balcones de este barrio de Santurtzi. Ataviados con los colores rojiblancos y agitando las banderas, niños y mayores disputaron a su manera la final de Copa que está por jugarse.

Si la maldita pandemia no hubiese hecho acto de presencia, Bizkaia y Gipuzkoa estarían en este momento disfrutando del título o entonando el tierra trágame tras caer ante el vecino. Unas emociones y sentimientos que tendrán que esperar, porque los seguidores del Athletic y de la Real tienen ganas de un derbi para la historia. Hubo hasta quienes, pensando ya en levantar la Copa, diseñaron unas gabarra que cruzaron la calle por los cielos de sendos bloques de pisos de Santurtzi y Basauri. Unos vídeos que se hicieron virales entre la parroquia rojiblanca. Está por ver qué pensó la txuri-urdin.

De Bilbao a Donostia, de Ondarroa a Irun, los aficionados de ambos equipos no dudaron en salir a los balcones. A mediodía, los hubo que hasta cumplieron con la iniciativa de animarse con un pintxo-pote y ya por la tarde, después del merecido aplauso a los sanitarios, la música y los cánticos continuaron con el Txoria txori de Mikel Laboa como colofón. “¡Nos vemos en la final!”, se pudo oír a lo lejos procedende de una ventana perdida de la calle Ronda de la capital vizcaina. Y aunque está por ver cuándo, dónde y en qué condiciones se disputará el encuentro, hay ganas de que el balón eche de nuevo a rodar. Hubo hogares en los que se pudo ver a representantes de los dos equipos, vestidos de sus colores en buena armonía en el mismo balcón, cada uno defendiendo a sus jugadores.

También confinados en casa, los que iban a ser protagonistas de la final secundaron el derbi de los balcones. Yuri Berchiche, por ejemplo, acompañado de su hijo, publicó una fotografía en las redes sociales con el uniforme del Athletic y una ikurriña. Ibai Gómez, por su parte, destacó que “hoy era el día, pero las circunstancias han cambiado mucho”. “No puedo parar de pensar en toda esa gente que había llegado junto a nosotros a esta final y no la va a poder vivir (...) solo deseo, que sea cuando sea, siempre y cuando la seguridad por la salud de todos sea del cien por cien, podamos disfrutarla juntos, porque hemos llegado juntos”, subrayó el atacante de Santutxu. Otros ilustres que compartieron su sentimiento athleticzale en las redes sociales fueron Joseba Etxeberria, actual técnico del Bilbao Athletic, y Joaquín Caparrós, que el pasado mes de marzo se convirtió en el nuevo seleccionador de Armenia. El de Utrera, que no se hubiera perdido el choque en la capital andaluza, se mostró convencido de que se acabará “disfrutando de un gran espectáculo tanto dentro como fuera del estadio y en un entorno inmejorable como es la ciudad de Sevilla”. Lo hizo en un texto que acompañó con una fotografía suya en La Cartuja. Desde el ámbito de la política, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, vestido de rojiblanco, aseguro a los leones que “siempre vais a tener las puertas del ayuntamiento abiertas y las calles de Bilbao, para celebrar el triunfo”.

vídeo conjunto

Además, los jugadores del Athletic y la Real se unieron en un vídeo en el que destacaron “la trascendencia de pelear juntos por la auténtica final que toda la sociedad está disputando”. Iker Muniain -que también apareció en la cuenta de twitter del club bilbaino aplaudiendo desde el balcón de su casa a los sanitarios -, Aritz Aduriz, Iñaki Williams, Aritz Elustondo, Willian José y Asier Illarramendi animaron a sus aficiones a disfrutar en el futuro de “una gran final, porque significará que habremos superado la pandemia y lo habremos logrado entre todos”.