BILBAO. Gaizka Garitano celebró el domingo a lo grande su partido número cien en los banquillos de Primera División. 39 de ellos los ha consumado al frente del Athletic, a los que hay que añadir otros tres en Copa durante el curso pasado. El derioztarra presume de vivir su pico más alto en la élite y su nombre suena con fuerza en los titulares de una última jornada de LaLiga Santander que ha acentuado la credibilidad del conjunto rojiblanco, asentado en la zona europea después de encadenar cinco jornadas consecutivas sin hincar la rodilla, un tramo en los que ha firmado números muy meritorios. No en vano, ha sumado trece de los últimos quince posibles, lo que le ha permitido dar un salto enorme respecto al octubre negro, donde enlazó cinco encuentros sin conocer la victoria, y acercarse al Athletic del primer año de la segunda etapa de Ernesto Valverde como entrenador. Es la ruta a seguir a tenor de las sensaciones que proyecta un colectivo que cree a ojos cerrados en la idea que aplica el jefe, quien, no obstante, quiere rebajar la posible euforia consciente de que aún no se ha conseguido nada. Ya lo dijo en la previa del enfrentamiento ante el Granada: “Ni éramos tan malos, ni somos ahora tan buenos”.

El triunfo, muy trabajado, sobre el conjunto nazarí ha disparado al Athletic. Los datos son fríos y retratan un estado. El colectivo de Garitano ha cogido la ruta de Valverde. Se trata casi de un viaje a la campaña 2013-14 que tan buenos recuerdos trae a la memoria. Como se sabe, al final de la misma el Athletic se metió por segunda y última vez hasta la fecha en la Champions. Quizá por ello se eche un vistazo a aquellas cifras. A estas alturas de la película, recorridas quince jornadas de liga, las estadísticas entre aquel Athletic y el actual guardan muchas similitudes, y con un denominador común que acentúa semejante afinidad. No es otro que el blindaje que proporciona San Mamés. De ello bien pueden dar fe Aritz Aduriz, Iker Muniain, Óscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Mikel San José, Beñat, Ibai Gómez e Iago Herrerín, los ochos futbolistas de esta plantilla que disfrutaron del éxito de seis temporadas atrás. Entonces, el conjunto rojiblanco alcanzó la cuarta plaza después de tumbar en La Catedral al mismísimo Barcelona, líder imbatido hasta ese momento, por 1-0, gracias al solitario tanto de Muniain, para sumar 29 puntos frente a los 26 a día de hoy.

Aquel primer Athletic de Valverde se metió en zona Champions merced, entre otros méritos, a su trayectoria en Bilbao, aún superior al equipo de Garitano. Como ocurre en esta ocasión, los rojiblancos consumaron ocho partidos como locales frente a siete como visitantes y su rédito como anfitriones se elevó a 20 puntos, razonados en seis victorias y dos empates; frente a los 19 presentes, sustentados también en seis triunfos, un empate y una derrota, la sufrida ante el Valencia. La trayectoria en San Mamés, por tanto, es muy parecida, aunque emerge un matiz que sí las distingue. Este Athletic se muestra más sólido en la faceta defensiva y que responde al ideario de Garitano. Ha encajado solo tres goles en 720 minutos frente a los siete que recibió Gorka Iraizoz, el meta titular seis años atrás. En cuanto a los desplazamientos, el equipo de Valverde selló tres victorias por cuatro derrotas frente al único triunfo, el conseguido en el derbi de El Sadar, cuatro empates y dos derrotas acumuladas por los de Garitano, que solo han marcado en cuatro ocasiones en sus viajes.

Son datos que obedecen a la mera estadística, pero que también hablan de una dinámica. Valverde dejó su impronta aquella exitosa campaña, en la que, al igual que ocurre en la actualidad, el Athletic se sentía aliviado por el hecho de jugar solo liga y Copa, lo que le permitió gozar de una frescura que le dio premio. El actual Athletic goza de la misma descarga competitiva, pero no por ello le garantiza a posteriori recompensas históricas, como supone volver a la Champions, de la que el conjunto rojiblanco no pasó el corte en su última presencia de la fase de grupos. Garitano, que cogió hace un año la herencia que le dejó Eduardo Berizzo con el equipo en puestos descenso, se quedó cortó el curso pasado y no pudo poner la guinda con la clasificación a competición europea, el expreso objetivo para mayo como así lo apuntan en el vestuario.

El menos goleado

Una meta que pasa, en otras virtudes, por mantener esa solvencia defensiva que hace que el Athletic sea toda una referencia en el Viejo Continente, donde solo el PSG ha recibido, dentro de las cinco ligas más poderosas, menos goles que los leones, ocho, pero con un partido menos. En LaLiga Santander mejora el registro del Atlético de Madrid, superado el domingo por el Barça en el Wanda, y en el resto es el equipo que menos encaja junto al Leicester, aunque este también con 90 minutos menos recorridos. Como ejemplos, el Liverpool ha encajado 12 goles, el Bayern de Múnich, 18; y el Inter de Milán, líder de la Serie A, 13.