BILBAO. La inercia es parte argumental en el mundo del fútbol. Las sensaciones sí tienen mucho que ver. Y las del Athletic son satisfactorias a tenor de sus últimos resultados. El conjunto rojiblanco, no en vano, ha dejado atrás el bache de octubre después de sumar cinco jornadas consecutivas sin ganar y se ha vuelto a subir a la ola buena. Son ya cuatro los encuentros que encadena sin hincar la rodilla, con una cosecha de diez puntos sobre doce posibles, lo que le ha reincorporado a la zona europea, que es el hábitat que confía en disfrutar hasta fin de curso. El colectivo de Gaizka Garitano asume que es su momento y hoy goza de una nueva oportunidad de continuar con la fiesta en caso de superar al sorprendente Granada, que regresa a San Mamés tres temporadas después con el aval de emerger como el equipo revelación de esta campaña, merced a su descaro y a su capacidad de amargar la vida a cualquiera en un determinado partido. La falta de presión le ayuda.

El propio Garitano alertó ayer al personal. Es su opinión, el conjunto nazarí es “diferente” a los últimos rivales que han pisado el verde de La Catedral (Espanyol y Levante), por lo que reclama una atención máxima. Es un equipo que sabe a lo que juega y que suele rentabilizar al cien por cien sus virtudes, un matiz que deben tener en cuenta los leones, conscientes de que sus opciones de éxito pasan por sacar su mejor versión. El objetivo es claro. Solo sirve el triunfo sí o sí, que sería el tercero consecutivo de cara a recuperar la quinta plaza que ayer tarde le arrebató la Real Sociedad con su goleada en el derbi frente al Eibar de José Luis Mendilibar, el próximo compareciente en San Mamés. Con todo, el técnico rojiblanco pone en aviso a los posibles despistados: “Tenemos que estar siempre concentrados porque con dosis bajas de intensidad y humildad no podemos ganar a nadie. El fútbol te obliga empezar de cero y a ser constante porque cuando te relajas y crees que has hecho algo bien enseguida te meten para adentro. En ese error no podemos caer. Hay que mirar hacia adelante”.

El Granada exigirá al Athletic, pese al poco cartel que pueda tener el equipo dirigido por Diego Martínez, que afrontará su primer partido como entrenador ante el conjunto bilbaino, que quiere enlazar su tercer éxito consecutivo en San Mamés, donde esta campaña solo ha sido capaz de vencer el Valencia. Garitano no se fía del Granada: “Tiene una confianza terrible, un bloque muy compacto con gente fortísima y muy alta no exenta de fútbol. Utiliza muy bien sus armas y si tiene 21 puntos es por el gran trabajo que están haciendo. Que no haya ganado en los últimos cuatro partidos no es referencia válida”.

Garitano subraya que los partidos se deciden “por pequeños detalles”, un reflexión que quiere trasladar al césped. Sus pupilos ya recogen el mensaje. El plan activado ante el Levante es la estela a seguir. Entonces funcionó en cuanto a juego y poderío, aunque tardara en llegar el tanto del triunfo. “La línea entre ganar y perder es muy fina y 18 de los 20 equipos estamos en esa situación. Nosotros ni antes éramos tan malos ni ahora somos tan buenos”, razonó el derioztarra, convencido de que el desenlace del partido está en manos de los suyos.

Con Williams y Raúl

Raúl García, lesionado en el derbi de El Sadar, e Iñaki Williams, aquejado de un fuerte resfriado, han tenido en ascuas en los últimos días al entorno rojiblanco y al propio técnico, que al final ha citado a dos de sus piezas más valiosas. Otra cosa es conocer si alguno de ellos podría quedarse fuera del once una vez que Garitano ha convocado a 19 hombres, entre los mismos a Kenan Kodro, que marcó en Iruñea, y Asier Villalibre, dos delanteros a los que recurre como medida preventiva de última hora. En caso de que el navarro y el bilbaino, los dos máximos goleadores del equipo, comparezcan de inicio, el derioztarra -que dejó fuera por motivos técnicos a Beñat, Óscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Cristian Ganea y Mikel Vesga (Iker Muniain y Aritz Aduriz continúan en la enfermería)- podría calcar la fórmula que aplicó ante Osasuna, por lo que, al margen de una defensa intocable, Williams repetiría en el costado derecho, con Ohian Sancet, la última sensación, en la media punta y Raúl García como falso nueve. Por banda izquierda, asomaría Iñigo Córdoba, sin descartar una posible apuesta por Ibai Gómez, que no tiene la regularidad que deseaba.